Antes dije que el problema principal de la práctica social es la piedad capitalista en vez que toda la piedad. Ahora me parece que no es así, porque la piedad proletaria es la base de la capitalista. Habría que asumir que la piedad es un problema en sí mismo, al que se debe resolver mediante su superación histórica, y que el interés capitalista, relativo a ella, también merece una atención particular.