Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 14 de abril de 2016

Lo que tuvieron de irracionales los totalitarismos más conocidos del siglo XX

Algunos argumentos condenaron a la razón por los exterminios perpetrados mediante el uso de la ciencia por parte del fascismo, el nazismo y el socialismo soviético, sin que de igual modo se incluya bajo la crítica al capitalismo liberal europeo y estadounidense, con las masacres que hizo en América Latina, África y Asia, con las intervenciones militares y demás maniobras imperialistas, aparte de los males causados en sus propios países. Es verdad que las clases dominantes de esos regímenes utilizaron a la razón para ejecutar sus planes, ya que apelaron a las innovaciones bélicas, a la planificación social y demográfica, a la articulación entre la economía y los campos de concentración, al espionaje y otros tantos. Ahora, yo pregunto, ¿de en serio podrán sostener que esos regímenes hayan sido racionales? ¿Qué idea de razón tuvieron los que pretendieron eso? La verdad es que estoy discutiendo en abstracto, con ideas que no le podría adjudicar a nadie en particular, excepto a Hannah Arendt, a quien conozco poco, apenas habiéndola leido, pero no obstante quiero decir, porque en algún momento escuché algo así, que embarcarse en tamaños desastres como lo que fueron los planes genocidas de los regímenes autoritarios no tiene nada de sensato. Habrán utilizado a la razón para algunas cosas, pero a lo que debiera ser el objetivo de la razón, ordenar la práctica humana para el disfrute social de la vida, no lo cumplieron, o sea, que no fueron racionales en realidad. Aplicaron la ciencia sin haber descubierto su verdadera finalidad, y no reconocieron muchas cosas que tendrían que haber reconocido si hubieran sido racionales, es decir, si hubieran averiguado qué había de verdad en sus ideas en vez que lanzarse a la acción en base a ellas, que tenían muchas falsedades, por lo que sus prácticas fueron degradantes.

La razón, más que para manipular a los materiales de acuerdo a los propósitos humanos, tiene un carácter filosófico que pretende que la humanidad conozca el mundo y se ordene a fin de gozar bien, aunque no siempre los racionalistas reconozcan eso, sino que en ocasiones sí se suscriben al uso instrumental de la razón, subordinado a propósitos deplorables, por lo que hay que distinguir entre la razón buena y la mala, de acuerdo a lo que se propone y a lo que cause.