Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 3 de julio de 2023

De la crítica de izquierda al burocratismo

 La izquierda, ¿es de buena crítica a la burocracia? ¿Es del todo justa la crítica que el socialismo le hace al gobierno de escritorio? La crítica socialista a la burocracia no es del todo justa, por lo que la izquierda deberá rehacerla, de lo que dependerá su disfrute. La burocracia es reprobable, pero en sí no es muy mala, aunque conlleva tala de árboles y sus tareas y consumos subsiguientes, así que cabrá que se la critique como deba ser: padece los dislates de una ley que es algo mal creyente y trastornos productivos debidos a la razón más virtuosa, por lo que no es del todo culpable por sus desastres. Como el gobierno político no es el mayor poder humano, la burocracia gobernante de países es menos culpable que la suprema, que es más privada y trasnacional: es el mando de los dueños de escritorios de las empresas privadas más altas que el gobierno constituido primero por las revoluciones cristianas de los siglos XVII y XVIII, antes que nada la británica, la estadounidense y la francesa, luego expandidas por el mundo, potestad que en sectores se le asemeja, le empata a su intermedio sin llegar a igualarse con su cúspide, esto con escritorios clericales y en el resto de las viviendas humanas. El orden empresarial se fundamenta en la ley constituida, por lo que es superior al gobierno instaurado en tres poderes, que debe obedecerle: crea a la ley y la supera al violarla, cuando se justifica en preceptos a los que cree más trascendentes que la ley sancionada en las casas de gobierno de los estados nacionales. El gobierno tiene su delincuencia, pero es de orden inferior al empresario y suele ser más sancionada, porque se lo vigila mucho desde el periodismo, a diferencia del sector más privado, al que se escudriña menos porque está más apartado de la inspección pública. El periodismo es más privado que público y su ideología es más liberal que libertaria, de un liberalismo teísta más que ateo, principalmente de monoteísmo protestante al Vaticano pero luego de catolicismo romano y ortodoxo, antes de expandirse por el islam, el hinduismo y las demás doctrinas.

 El periodismo cuenta con delitos impunes, que no fueron bien sancionados, porque la defensa extrema de la libertad de expresión que se estila hoy en día lo autorizó a faltar a la verdad, por lo que hubo gobernantes que fueron calumniados y otros, los ejecutivos de las mayores empresas, cuyos crímenes fueron ocultos, al enfocarse demasiado la crítica impresa en los sindicatos y en el gobierno, que son de los grandes capitales más públicos.