Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 26 de diciembre de 2017

La buena moral como aspiración individual y social

Individualmente puede haber acercamientos al buen comportamiento, e incluso su ejercicio temporal, pero, en el seno de concepciones crédicas, no se lo puede sostener mucho, porque a la conducta se la pauta socialmente, de lo cual el condicionamiento social influye en la práctica individual, en una relación histórica en la que la reflexión personal puede repensarlo y reordenarlo, según la crítica de sí mismo y la de sus resultados, lo que sucede socialmente en crisis, en tanto que los humanos convivimos comunicándonos, sin que sepamos tan bien lo que debiéramos ser. Además, las personas comparamos al discurso moral con la conducta efectiva, por lo que descubrimos, a lo largo de la vida, la falsedad del condicionamiento, lo que puede orientar a nuestra práctica hacia el ejercicio de comportamientos corruptos, replicantes de la falta moral, y a diversas formas de la crítica social. Suele suceder algo de uno y otro tanto del siguiente, y más importa la actitud general de la sociedad internacional, que depende de su conceptividad, la cual es bastante errática, tanto en sus formas más veritativas como en las más crédicas, siendo que las primeras son más propensas al buen actuar, aunque muchas veces son de verdad insuficiente. La veritatividad del materialismo no basta para que la práctica a la que ordene sea buena, porque debe ser social para ser suficiente, e incluso así podría fallar, pero menos de lo que sería si no existiera.