Al ser de mal clasismo, porque tiene una comprensión esquemática de la cuestión clasial, a la que le falta integralidad, la izquierda ejerció el acoso de clase, que le trajo problemas a algunos de sus miembros, dificultándoles la participación en el socialismo e impidiéndoles obtener la solidaridad de sus compañeros para sus problemas personales con sus propiedades fabricadas, mayormente dados por su excesiva tenencia.
Hay excepciones e intentos de reformulaciones para el seudoclasismo socialista, que tiene sus razones, buenas y malas, y al que le faltan otras.
La discriminación clasial es equiparable a la racial, a la sexual o a otras tantas. No obstante, hay que discriminar bien, porque no hacerlo puede llevar a relacionarse mal con gente malvada.