Como ciencia holista, el materialismo histórico debiera poder abordar bien cada asunto necesario para la buena convivencia humana, a lo que a veces no logra por centrarse en la política y en la economía, y demás, y otras por hacerlo rudamente, con juicios condenatorios en vez que bien resolutivos.
Las manías estéticas son un problema serio, consecuencia de violencias profundas que responden a la ideología dominante, al que la ciencia verdadera deberá enfrentar bien.