Al entrar en crisis mayor la modernidad, los posmodernos postularon la era del fin de los grandes relatos, como si el pietismo y el ateísmo, con sus sucedáneos, el liberalismo y el socialismo, hubieran dejado de existir. Tanto las religiones como los socialismos siguen existiendo, pero están en crisis, lo que ya sucedía desde antes de la segunda posguerra, aunque de otra manera.
Los que se identificaron como posmodernos querían que los grandes relatos se extinguieran, por lo que proclamaron su fin, creyendo que así se concretaría este propósito, pero aquéllos persisten cuestionados, lo que es necesario porque tienen fallas importantes.