Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 23 de julio de 2020

Sobre el pecado como tropiezo

Si el pecado es el tropiezo, lo que dice la definición de pedico como caída pedestre, habría que rehacer la doctrina, porque las faltas a las que se engloba con este concepto son como los tropiezos pero no siempre son tropiezos, y en concreto tienen ribetes a los que no siempre se puede determinar con antelación. La doctrina sobre los pecados los tendría que definir según sus consecuencias para la vida humana, que es natural, por lo que su calidad depende de la del resto de la naturaleza, incluso la inerte, que es la que, en ciertas condiciones, genera al mundo nacido, pero para definirla bien se debe partir de una idea suficiente de la historia, que diferencie lo que sabe de lo que ignora y de lo que cree que sabe, que puede ser cierto o no pero que no se está seguro que lo sea.

La idea del pecado viene de los pies porque empieza con "pe", un fragmento expresivo que sintetiza a "pie", y el "cado" remite a caer. Es una noción que se fundamenta en los tropiezos, o sea, que alude a un acto que termina mal, aunque no sea de pies, pero, si se va a hablar de lo que hace un mal innecesario para la buena convivencia, una maldad evitable que no es imprescindible para convivir bien, hay que definirlo según sus propias características, que son como las de golpearse, y no poner como lesivas a prácticas que no siempre lo son, y que si lo son pueden dejar de serlo de acuerdo a cómo se ordene la sociedad.