Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 5 de julio de 2020

Sobre el territorio sedentario

La vida urbana se caracteriza por darse en tierra apisonada, primero en caminos y centros de descanso, luego más construidos y más grandes, y así hasta la civilización de hoy, que combina a los caminos simples con los de pisos y contrapisos, el territorio burgués por ser edificado, por fuera del cual está el de labranza, al que se pisa cada tanto, caminando y en vehículos como los tractores y cosechadoras, y el silvestre, más árido y más húmedo, al que los hombres civiles pisamos poco. Más le pasamos por arriba en automotores, que transitan por las rutas, y en aviones, que en general van de ciudad en ciudad.

La arquitectura actual depende de la carpintería porque las vigas de la construcción en alto, que tienen una estructura metálica en el centro, se modelan con tablas de madera. En verdad los primeros burgos no fueron los fuertes medievales, sino las ciudades antiguas, porque ellas ya tenían una arquitectura superior a la de los fuertes, con metalurgia y serruchos, como los que se usaron para talar los árboles con que se moviera a los bloques de piedra de las pirámides. Así se erigió la ciudad antigua de Guiza, una de las tantas que usarían troncos de árbol para la construcción. Trabajos como martillar y tirar poleas eclosionaron en esta época, pero ya venían de antes, siempre con su explotación. En la germania medieval se emplazaron los fuertes que le darían origen a los burgos alemanes, pero si se toma por burgo a las ciudades, éstas ya existían desde el principio de la antigüedad, e incluso tuvieron antecedentes en la etapa más nómade. Con la imposición del empresariado urbano, que empezó en las ciudades sajonas, de la zona báltica, fue desplazada del gobierno social la nobleza agrícola, que tenía a los sirvientes de la cosecha. La nobleza era el empresariado rural, patrón de los sirvientes, y tras ser vencida por el empresariado burgués ambas se mezclaron para componer al empresariado republicano, que se repartió la tierra y las empresas de distintas formas, reemplazando a la servidumbre por el salariazgo, que tampoco es una solución suficiente.