Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 10 de marzo de 2016

Comentario sobre El mito de la argentina laica

No leí el libro de Fortunato Mallimaci, ni pienso hacerlo porque me interesa poco y tengo mucho que leer, pero el título da cuenta de que el autor adoptó la acepción del laicismo referida a la independencia respecto de los credos, en vez que de las iglesias, o la otra, que pienso que es la correcta, sobre lo popular. El vocablo griego “laϊkós” viene de “laós”, que es pueblo, muchedumbre o multitud, algo así como la masa; viene de “láas”, piedra, y significa “lego”, a diferencia del clero, sin importar que los legos sean creyentes o no. Por eso es que la laicidad argentina no es un mito: sucede que el pueblo argentino se tornó algo más proclive a la iglesia católica, y a las evangelistas y demás, en los últimos años, tras la caída de la URSS y en particular desde que Bergoglio fuera nombrado Papa. El título del libro es una provocación al cientificismo.