Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 19 de marzo de 2016

Idealismo y orden; valor de cambio y necesidades sociales; conclusión

A fin de cuentas, las concepciones más o menos idealistas, sean teísmos o no, como lo es el desarrollismo socialista, un ateísmo capitalista hasta ahora, de acumulación estatal o mixta, buscan subordinar al mundo objetivo a sus ideas, que en algo responden a él, pero no lo suficiente, y parcialmente obedecen a ideas puras, sin correspondencia con la realidad exterior a la psiquis.

Análogamente, el valor de cambio es una abstracción pura, que tiene un enlace con las cosas a las que se pone precio, pero que les instala una lógica superior con la que se las intercambia sin atender a las cuestiones verdaderamente importantes, que son todas las que exceden al intercambio mercantil.

El idealismo absoluto falla la práctica, la hace ingrata porque le impide satisfacer las necesidades concretas de la gente, al someterla a reglas que no las tienen en cuenta lo suficiente; pero fallas análogas le suceden a las prácticas basadas en idealismos objetivistas, sean proletarias o no, que tampoco tienen consideración por todo lo que deben tener en consideración, que en política son los reclamos sociales: de allí que la política socialista, a la vez que ejecutar un plan, tiene que corregirse improvisadamente de acuerdo a los problemas que sean detectados por la sociedad.