Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 11 de diciembre de 2016

El maldesarrollo le deterioró la base de apoyo al progresismo latinoamericano

Como el progresismo latinoamericano del ciclo de gobiernos actualmente declinado implementó una política capitalista proteccionista, retardataria en materia de socialización de los medios productivos, cuestión determinada, entre otras causas, por la legalidad vigente, y antidemocrática en la ejecución de los megaemprendimientos, su base de apoyo se degradó, lo que contribuyó a que perdiera los gobiernos argentino y brasilero, aunque el factor principal para eso fuese la política capitalista trasnacional ligada al imperialismo estadounidense, y eso en el marco de la alianza gubernamental progresista con parte de ese capitalismo, y en el del cristianismo, que también le restó fuerza al progresismo al contrariar a las demandas por los derechos civiles opuestas a lo aceptado por la iglesia católica, que es un factor de peso porque tiene mucho apoyo popular y por su incidencia política y jurídica.

Aparte, el sobreatareamiento dado por el keynesianismo obstaculizó la politización de las masas, lo que las tornó más manipulables por los partidos y los medios comunicativos privatistas, y las mantiene algo sujetas a los designios eclesiásticos, ya de por sí reforzados por la politización cristiana. El progresismo latinoamericano, al componerse conflictivamente de tendencias demócratas y socialcristianas, junto con las socialistas ateas, arrastra mal a la cuestión religiosa, sin concientizarla socialmente, lo que lo perjudica.

Este progresismo tendrá que analizar al desarrollismo cepalino para elaborar un modelo superior, que es el del socialismo ecologista, a la vez que cuestionar al pietismo, pero para eso tiene que transitar las etapas intermedias, porque el orden social humano es hecho por la humanidad, que tiene taras que le impiden transformar lo suficiente de una vez, entre las cuales están las legales, que impiden ciertos avances mientras que no se reforme la ley pero que permiten otros, de menor intensidad pero importantes para la evolución y la acumulación de fuerzas, y, según sea, el reformismo puede ser de menor o mayor grado, llegando a implicar revoluciones políticas, que son las que transforman el modo de gobierno, la regulación de la tenencia de los medios productivos y demás.