Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 6 de octubre de 2017

El Capital como burla al padre de Federico Engels

El padre de Engels fue dueño de una fábrica textil, la industria más avanzada de la época, a mediados del siglo XIX, en todo el mundo. Friedrich Engels era hijo de uno de los empresarios capitalistas más importantes del momento, de cuyas ganancias financió a Marx, quien, además de fumarse con parte de la plata representada en la d, ejemplificó a El Capital en la hilandería, confundiendo a la producción con la fabricación, la famosa P, que debiera haber sido una F, porque la producción es la de todo el ciclo, y demás prácticas, lo que fue un error grave. El Capital fue una burla al padre de Engels, quien se pasó gran parte de la vida en el circuito de D - M - P - M´ - D´, y sin que Marx le reconociera la pena ni su creación de valor de cambio, y capaz que se hizo la paja de pensar en su esposa, o en sus hijas, y hasta en su hijo Federico, con el dedo más largo en el recto, pero Marx tuvo la decencia de burlarse a sí mismo a la vez, porque se pasó mucho tiempo enroscado también con el circuito de las mercancías capitalistas, al intentar comprenderlo, como otro maniático de mierda, circuito del que hizo tantos arabescos de sobra, sin que sepamos si no estaba drogado con opio cuando los escribiera, aunque el tiempo que les dedicara fuera menor, pero la desdicha del padre de Engels le habrá dado pena. A esto lo digo como hipótesis. El padre de Engels fue calvinista: padeció opresión y terrorismo religiosos, entre otros pesares, como la conciencia intuitiva de haber quebrado a la tejeduría artesanal, tanto a la británica como a la colonial, a la par de la satisfacción de haber contribuido a la vestimenta humana.