Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 13 de octubre de 2017

El pietismo es algo malprolador

De todo lo antedicho concluyo que el pietismo es algo malproletarizante, en tanto que guía algo mal a la práctica humana, que lo que tiene de bueno no es por su fidencia sino por su veracidad, lo mismo que los aciertos accidentales. Lo que pasa es que el comunismo también lo fue, porque hizo trabajar de sobra a unas cuantas naciones, al confundir al desarrollo verdadero con el productivismo de los valores abstractos, causando un seudocrecimiento, y competidor, hasta que en guerra, con las potencias liberales pías. Ambos fueron liberales en el sentido de aspirar a la liberación humana, pero no lo lograron porque ella requiere de la suficiencia internacional, y del ordenamiento que se le debe corresponder. Por ahora el progreso se da con faltas y retrocesos. No es un avance regular y constante, y su prosecución, menos aún su éxito, no está garantizada. De hecho, actualmente hay una degradación desde hace medio siglo, una evolución en la que prima la degresividad, durante la cual el capital aumentó exponencialmente, es un crecimiento vano de escala exorbitante, acorde a la contaminación terráquea y a la explotación de la naturaleza, cuya corrección depende de la práctica que ejerza la especie, y por ende de nuestra cosmovisión. Después de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que culminaron a la segunda guerra mundial, las ensoñaciones liberales se rompieron hechas trizas, aunque persistieron los sueños de un mundo mejor hasta la crisis del petróleo, la de 1973. Desde entonces las aspiraciones al progreso social más se estrellaron con la realidad que se cumplieron, por la reacción privatizadora, generando al distopismo posmoderno, pero el progresismo tiene que asumir la realidad debidamente, porque si no el proyecto político no se le cumple, se le trunca luego de arrancar, como todos se truncan antes o después, ya que la humanidad tiene una falta lógica esencial, que es la de fundar su actuación en lo que cree. En tanto que la especie entera no asuma eso el proletariado existirá fallido. La asunción social de la verdad llevaría a la deposición del capitalismo, porque la gente no querría hacer mal a sabiendas de hacerlo, salvo en casos perversos, que suelen ser pocos porque son autodestructivos. La especie humana tiene un impulso autodestructor por su falsedad, porque existir mal lleva a las personas a querer matarse, o a querer matar a las demás, pero así mismo tiene una esencia buena, que se impondría bastante si dejara de creerse. Siempre habrá las fuentes de maldad y de bondad dadas por nuestra animalidad, que varía de acuerdo a nuestra conciencia.