La intencionalidad también es histórica, o sea, factual: es lo que es según es de hecho. Entonces, las prácticas tienen las intenciones que tienen, y sus características son las que son, sin que aquéllas necesariamente estén bien definidas, ni sean permanentes, ni claras. Pueden ser confusas, intermitentes y difusas, u otras variantes.
Asimismo, las prácticas están terminadas cuando lo están, o sea, cuando quienes las comprenden deciden que lo están, pero eso no quita que se las puede retomar: es la continuación de una práctica acabada, así como se puede proseguir una obra concluida, como cuando le hacen un sucucho en el techo a las casas. Estaba la casa terminada pero se la reedificó. Lo mismo sucede con la interpretación de las obras, aunque las interpretaciones son prácticas separadas de la obra original, y son originales porque dan lugar a las prácticas que se les suceden.
Fuente
Programa de la cátedra del Seminario de Diseño Gráfico y Publicidad de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA titulado por Felisa Santos.