Atención que esto debe ser precisable.
En tanto que el capitalismo se basa en la acumulación de valor abstracto, el capital medido en términos monetarios, es correlativo a la lógica purista del pietismo, pero proclive al capital en vez que al espíritu. Los capitalistas, entonces, están castrados igual que los sacerdotes de permitirse gozar de la vida razonable y libremente, pero en vez que someterse a prácticas religiosas lo hacen a una compulsión de productivismo económico, con su correlato político, jurídico, cultural y demás.