Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 28 de agosto de 2016

La manipulación psicológica de Casados con Hijos

La versión argentina de Married with childrens, dirigida por Claudio Ferrari, tematizó cómicamente a la confrontación entre una familia peronista, de carácter popular, y un matrimonio entre una mujer de izquierda, personificada banalmente no sólo por la exageración de los autores sino también por los deslices que tenemos los socialistas, con un hombre fornido liberal pero despolitizado, un empleado bancario de modales formales a los que, como son incumplibles cabalmente, los transgredió. Tal confrontación terminó en la victoria del privatismo para el gobierno argentino, porque favoreció a la pelea entre el populismo y el socialismo. Aunque el macrismo no ganara las elecciones por causa de esta comedia, sí es verdad que aportó a su cometido, no por las intenciones expresas de los actores, ni tal vez del director, pero sí por los productores y gerentes del canal emisor, Telefe S.A., parte del grupo Atlántida, que son de la clase privatista internacional con eje en el imperialismo estadounidense.

La manipulación psicológica central de la serie consistió en presentar a la familia peronista como inepta y despreciable, lo que fue un insulto para las clases populares argentinas, mientras que a la clase alta se la reflejó como ordenada, responsable y eficiente; pero, no obstante, es un programa que también tiene su gracia, porque a la mala incidencia privatista se le agrega la participación de la gente común: los iluministas, vestuaristas, maquilladores, escenógrafos, aparte de los actores y demás, y en eso la compasión del director para con la gente sencilla. De allí que su gracia esté contrariada, y requiera de crítica para ser disfrutada. El carácter idealista de la comedia se nota en su gran apelación a las tipificaciones, los clichés, que tienen comicidad porque aluden a cuestiones reprimidas por la moral dominante, pero que también son crueles e insuficientes. Es una obra teatral del privatismo artístico, sometido al capitalista, por lo que establece una relación agresiva pero subordinada para con el pietismo alto, con esa moralina puritana, del Partido Republicano estadounidense, de la familia perfecta, afin al catolicismo del partido argentino Propuesta Republicana, a la vez que otra de complicidad perversa para con el populismo. Por eso es que a la vez que el matrimonio entre Pepe y Mónica Argento es burlado, se le señala la hipocresía del modelo matrimonial instituido, desde el realismo abusivo pietocapitalista que exalta la adoración a la belleza de las mujeres sumisas, se lo mantiene como eje de la socialidad familiar y vecinal, aunque también la crítica falsa incorpora elementos verdaderos, que quedan dispersos en la trama argumental. Es una obra comunitarista deficiente, porque el comunitarismo no puede ser exitoso en condiciones malas.