Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 10 de mayo de 2017

El seudoidealismo y el idealismo verdadero

El idealismo es la acción ideal, o sea, la acción que se efectúa siguiendo las ideas, y también la doctrina sobre éstas. En sí mismo, el idealismo es eso, pero en la historia humana adquirió distintas formas, según como fueron concebidas las ideas. A grandes rasgos hubo un idealismo religioso, que es el predominante, y otro materialista, que es minoritario, cada cual con sus fallas y sus aciertos, y que a su vez existen entremezclados. El sistema social preponderante, el capitalista, se funda en el idealismo objetivo hegeliano, que supone que las ideas emanan de un dios y que los humanos, al vivir, debemos aplicar las ideas religiosas en nuestra relación con la realidad objetiva, de la que supone que existe por sí misma luego de haber sido creada por ese dios. Esto aplica mejor para la cultura cristiana, o sea, para América, Europa, Rusia y Oceanía, pero en los otros lugares también aplica, aunque con variantes. En el mundo árabe, en la India, en China, en Japón y en Asia del este, el capitalismo, que es el modo de acumulación del idealismo objetivo, también prima, pero con otros relacionamientos con las ideologías, sean religiosas, como el islam, el budismo, el sintoísmo y el animismo, o ateas, la de China, Vietnam y Corea del Norte. El idealismo objetivo es la ontología del liberalismo, cuya política republicana se esparció por todas las naciones, adoptando distintas formas en cada una de ellas, mezcladas con sus tradiciones previas, que van desde las monarquías republicanas a las repúblicas democráticas, y con subtipos, aparte de las repúblicas socialistas.

El idealismo humano es más o menos falso y verdadero según cómo sea en cada lugar y en cada momento. Su falsedad tiende a estar dada por su religiosidad, y su verdad por su materialidad, porque la religión define a las ideas más según los dogmas, que se basan en mitos, y el materialismo lo hace por medio de la investigación de la realidad. Para que el idealismo sea verdadero lo que debe ser todavía falta mucho, y si es que se lo logra alguna vez.

Esto es un boceto al que le falta mucha información. No dice nada de los judíos, de los gitanos, ni de tantos otros grupos humanos, y le falta mencionar las excepciones y sincretismos de los países respecto de sus ideologías preponderantes, que son las religiones oficiales, o el socialismo.

La liberación conceptiva es la de liberarse de las malas ideas, que son aquéllas que hacen mal.