Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 19 de mayo de 2017

El socioliberalismo y la cultura de la época

¿Cómo fue que la socialdemocracia claudicó al convertirse al socioliberalismo? Al democratismo religioso le pasó lo mismo, terminó siendo demoliberal, aún si su política económica fue heterodoxa: en ese caso fue aperturista en algunos ejes centrales de la economía y proteccionista en otros, pero en el marco del republicanismo liberal. El problema es la hegemonía mundial ideocapitalista, que se plasma en la legislación y en la doctrina preponderante, que, aún con sus contradicciones y agregados, circula por las iglesias, las universidades, los medios de comunicación y demás agentes conceptivos, lo que generó un sentido común de época resistente, que además es apoyado por la coerción militar y financiera de las organizaciones supranacionales, los imperios y sus aliados menores, y que tiene un arraigo profundo en la cultura popular, aunque sea cuestionado, y ésta no es sólo una víctima de los males del sistema, porque en algo aporta a su reproducción, a la vez que hace bien otras cosas. Al socio y al demoliberalismo hay que criticarlos bien, para operar bien la cuestión, lo que implica reconocer que la correlación de fuerzas los falsea desde arriba y desde abajo, en tanto que el idealismo capitalista prima socialmente, pero con algunas contradicciones. Además, los políticos, al recibir agresiones a lo largo de su trayectoria, se frustran, lo que influye en que se corrompan, en consonancia con sus intereses capitalistas cuando los tienen.

Un reparo. Aunque la socialdemocracia bajo la hegemonía ideocapitalista haya sido falseada tanto por los males del privatismo como por los del pueblo, hay errores suyos que se deben a sí misma, y su conversión favorable al liberalismo financista es relativamente reversible a corto plazo, según la política que adopten tanto ella como las demás fuerzas sociales.

Otra cuestión es que la conversión de la socialdemocracia al socioliberalismo obedeció en algo a la caída de la URSS, que le despejó el obstáculo político más importante al desarrollo a la capitalesía.