Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 18 de mayo de 2017

¿Qué riqueza debiera ser?

Esta es otra nota reiterativa. Tendré que reordenar mis ideas.

Hasta que no hayamos definido bien este tema de la riqueza los modelos de desarrollo tendrán más problemas que cuando se lo haya hecho. El imaginario sobre ésta pauta la meta del desarrollo, a la que se subordinan las políticas, pero no está claro a qué situación se quiere llegar, por lo que las políticas desarrollistas resultan poco gratas, y bastante costosas: aburren y deprimen, o entusiasman a medias, y explotan. Un aspecto infaltable de la cuestión es el del producto bruto por habitante, que está como un valor sagrado, indudable, aunque le quepa la reserva de que el promedio no tiene en cuenta la desigualdad en la distribución del ingreso, pero, luego de haber sido comunicada ampliamente esta crítica, los desarrollistas siguen como si nada impulsando el crecimiento económico esperando acercarse al nivel del de los Estados Unidos, como si allá no hubiera una pobreza inmensa, extendida en toda la población, no sólo en la carente del ingreso mínimo para las necesidades básicas: tienen pobreza social, afectiva, comunicativa, veral, política, ambiental, libertaria, consumista, lúdica, financiera y así tantas otras, a veces por falta o por exceso de bienes, y en general por la mala productividad. Asimismo, sostener esa pobreza existencial requiere empobrecer a las demás naciones, que deben proveerles los productos que les sobran a algunos, sin que los enriquezcan lo que debe ser, porque la riqueza desigualante es falsa, para lo cual en la periferia se realizan muchas tareas ingratas, y aún así seguirán los desarrollistas impulsando a los modelos condenados al fracaso, porque están mal planteados. El hecho de que consigan algunos éxitos no debiera ser argumento para evadirse de reconocer las correcciones que precisan, y la riqueza verdadera que hay, existe también, pero mejor sería que ésta fuera mayor, cosa que necesita que la producción sea mejor. Que la producción sea mejor requiere que sea buena pero simple, reservando la sofisticación para lo que sea indispensable, pero más que enfocarse en la fabricación de bienes la humanidad debiera hacerlo en la calidad de su convivencia, dentro de la cual está la fabricación.

Este planteo es utópico, pero es necesario para la buena convivencia, por lo que sus ideas persistirán en tanto que no se las atienda lo debido.