Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 5 de marzo de 2021

El coronavirus, ¿mea y caga?

 Saberlo serviría para entender qué pasa con la sangre al infectarse, ya que, si el coronavirus miccionara y excrementara, la sangre se espesaría más de lo normal por adquirir sus desechos, con las consecuencias que eso tendría en la salud de las y los enfermos. Al espesarse tanto la sangre, al corazón le costaría más bombearla, y podría hacerlo con falta de oxígeno por la neumonía. Lo mismo vale para la respiración y la ingesta viral, ya que ambas tienen consecuencias en nuestro cuerpo.

 Como el humor son los líquidos del cuerpo vivo, que determinan el estado de ánimo, la infección coronavírica causaría mal humor por intoxicar la sangre de los organismos a quienes colonizara, no sólo con sus expelencias, sino con su presencia misma cuando es dañina, que implica que el flujo sanguíneo, además de llenarse de viruses, se cargue con restos de tejido muerto, cadáveres de glóbulos blancos y demás microorganismos y partículas que perecieran o quedaran dispersas durante el combate a la infección, a los que se elimina con el excremento y el pis, y quizás al escupir, y con las flemas. También puede que algo de eso salga con la transpiración, así como debe ser con el vómito, los erutos y los pedos.