Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 21 de marzo de 2021

La pronunciación de la be larga y el beber

 Para pronunciar la be larga hay que juntar los labios y soplar de modo tal que se inflen y les traspase un poco de aire, un movimiento bucal muy parecido al de beber, en el que los labios también se entrecierran casi que del todo, dejando un canal horizontal abierto para que pase el agua. Esto no implica que cada letra tenga un nombre acorde con el gesto que se hace para pronunciarla, ni con los actos bucales más parecidos que tenga, pero puede ser un indicador para el estudio de la relación entre la letra, su pronunciación y su uso.

 Lo que se da siempre, aunque no de forma del todo exacta, es que el nombre de la letra suena tal como la letra: el nombre de la a suena como decir "a", el de la be como "b" y así. Primero se emitieron los sonidos y después se les puso nombre, por lo menos en general, y el nombre repite al sonido de la letra a la que representa, del todo -en las vocales-, o en algún tramo suyo -en las consonantes-. El idioma alfabético es fonográfico, es decir, que la escritura en letras repite el sonido del habla. Hay un símbolo para cada sonido discursivo estándar -hay otros, raros, que no tienen símbolo convenido-, a los que se conecta de manera consecutiva para representar el habla, lo que tiene un sonido mental, una representación mental del sonido objetivo del discurso, que no se oye, porque es interna, pero que suena como el discurso escuchado. También hay escritura visual, en que se comunica por medio de imágenes que se asemejan a las cosas a las que representan, como la egipcia antigua, y la china y japonesa, entre otras, como la árabe, que funcionan distinto.