Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 18 de marzo de 2021

Esperar la vacunación y aislarse mucho

 Acaba de dar una conferencia de prensa el presidente argentino, Alberto Fernández, en la que explicó que la vacunación en gran escala de este país se demoró por la enorme demanda internacional de la vacuna, ya que esta nación ansía mucho estar inmunizada, pero la pandemia es mundial, por lo que no sirve de tanto sanitizarse en un país, porque existe el contagio interfronterizo y las cepas nuevas, para las que las vacunas desactualizadas son menos efectivas. Entonces, hay que vacunarse a la par del resto del mundo, pero para aguantar bien hace falta que se encierre mucho, por lo que hace falta prohibir todas las actividades de socialidad próxima que sean prescindibles. Haciendo así se anularía el contagio social, pero el pueblo no lo acepta lo necesario para que el gobierno lo imponga sin dificultades, de lo que la solución más fácil se hizo imposible, pero, sin embargo, se puede alcanzar pronto un mayor o menor aislamiento. Será urgente definirlo bien, y cuanto antes se lo haga mejor saldremos. El pueblo tiene que saber que con un encierro grande la infección social se reduciría tanto que, al tiempo de iniciarse, se podrían reabrir las actividades, muy de a poco pero con el virus controlado, y con la vacunación más adelantada. Después, habría que continuar las actividades mínimas mientras que se testea el rendimiento de las vacunas y se diseñan y aplican las actualizadas, que podrían perder efectividad si el virus mutara de nuevo pero que le darían a la población una mejor preparación para enfrentarlo, que se agregaría al aprendizaje inmunitario dado por contraerse al virus. Hay que pensar una estrategia que contemple que el virus puede mutar varias veces, por lo que se tendría que preparar a las naciones para una disciplina estricta por tiempo indefinido, en principio de un año, o dos, que podría relajarse en cuestión de pocos meses si se controlara la infección social con la reclusión intensa.

 Si la sociedad lo tolera bien, se debiera cerrar mucho hasta que los distritos llegaran a ningún caso por día, y entonces reabrirlos de a poco, con encierros selectivos cuando reaparecieran enfermos, pero, si no se puede llegar a eso, igual la reclusión general serviría para que haya pocas infecciones, menos que las actuales, o para que no aumenten tanto, que es la peor opción entre las tres y la más fácil de obtener, pero que tampoco está garantizada, es decir, que nos puede ir más mal aún. Para eso hay que diferenciar la opinión popular respecto a la política del gobierno de las tomas de postura de la prensa macrista, que no necesariamente representa bien al electorado de Juntos por el Cambio. Hará falta exigirle bien al pueblo que se pronuncie por una opción segura para su salud.