Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 9 de junio de 2016

De la objetividad, la práctica y su decisión

Un error derivado del positivismo es el de confundir a la objetividad con la neutralidad valorativa, como si el científico pudiera ser un humano sin valores que examina la realidad tal cual es. Examinar la realidad tal cual es, absolutamente, es imposible, porque es demasiado rica en aspectos para ser comprendida totalmente, pero, no obstante, sí se podría conocer lo suficiente para que la práctica humana concrete un orden social justo. Para eso es preciso ceñirse a los objetos todo lo que sea necesario, y que la construcción del saber requerido sea social: no basta con que los científicos académicos sepamos la realidad social porque es toda la humanidad la que ejerce la práctica humana, por lo que todos los humanos tenemos que ser científicos, pero no en el sentido de poseer un conocimiento súper complejo sino en el de que sepamos que, para actuar, tenemos que averiguar lo suficiente, y proceder de acuerdo con eso corrigiéndonos en caso de haber reclamos razonables, además de debatir bien a los que no lo sean. A la práctica laboral, política, militar o la que fuere debiéramos detenerla ante los reclamos para examinarla mediante debates sociales, lo que es una práctica también, la de la toma de decisiones en conjunto. A algo de este precepto ya lo tenemos los humanos en general, pero no lo que debe ser.

Los humanos siempre tenemos valores subjetivos, a los que debemos cuestionar en pos de que nuestra vida sea justa.