Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 1 de junio de 2016

Segundo comentario sobre la miseria

La etimología de la miseria puede no provenir de la misa, sino de la palabra inglesa “miss”, que es “perdición”, o “maldad”, si es que no de otra, lo que no quita que la religión se relacione históricamente con la miseria porque su concepción del mundo es mala, por basarse en mitos, y mandar a hacer mal por eso mismo, ya que impide que la práctica se ordene según el querer humano que no se condice con sus preceptos, aunque ese querer también tiene que ser analizado, porque no siempre es bueno. Para clarificar el lugar del capitalismo, otra fuente de miseria, en la práctica social, habría que entender mejor su relación con la religión, y habría que entender que la práctica social tiene varios determinantes que a su vez se influyen entre sí, así como la forma en que se dio esa relación en el pasado.

Lo mismo puede ser que el significado que le dí antes a “mezquita” esté mal.

Las religiones corrompen a los creyentes porque los someten a ideas tormentosas, que los hacen sufrir reiteradas veces, porque ellos las toman por verdad, a partir de lo cual temen a la ira de seres imaginarios a los que consideran superpoderosos, por lo que piensan que ellos pueden destruirlos con sólo desearlo, y que conocen permanentemente sus acciones visibles y hasta lo más recóndito de sus sentimientos, entre otras cosas parecidas a éstas, como lo es la amenaza de discriminación y castigo sobre quienes fueran descubiertos en pecado, lo que termina siendo una tortura psicológica que pervierte a los fieles y los impulsa a reprimirse y maltratarse entre sí, cosa que falsea a toda la práctica social aunque tenga sus tendencias opuestas. Hay que considerar que los capitalistas, al ser en general laicos piadosos de clase alta, suelen estar moralmente quebrados, no sólo por la concepción que portan sino también por la competencia económica y la lucha de clases, por lo que son corruptos, además de por el hecho de ser criados en medio de relatos sobre el origen del universo y el deber ser humano de los que luego constatan que no se corresponden con la realidad social, por lo que se decepcionan. La decepción causada por la comprobación de que las historias pias falsamente bondadosas son ilusorias es una de las causas de la corrupción capitalista, de igual modo que lo es la laceración social a la que padecen durante su formación educativa, con toda esa tradición de traiciones y subyugaciones que hay en la enseñanza privada, aunque no sea exclusiva de ella.

También hay que contemplar que ese problema, el de la falsedad pía como causa de la corrupción capitalista, se replica de otro modo en el proletariado, causando su conservadurismo, y lo mismo sucede, pero también de otra forma, con el desarrollismo socialista, cuyos seguidores oprimen a quienes lo critican a fin de lograr sus metas, a las que no podrán alcanzar plenamente porque aquél está socialmente cuestionado por desconocer aspectos importantes de la realidad que hacen a la adopción consensuada del proyecto de orden social, causando una obediencia desganada, y su impugnación, además de por el hecho de que las naciones se relacionan entre sí, por lo que sus proyectos de orden nacional colisionan, lo que hace fallida a su cooperación.