jueves, 23 de junio de 2016

De la sinceridad

En el debate sobre la sinceridad hay una postura que sostiene que hay que decir lo que a uno se le viene a la mente, sin filtrarlo, para ser sincero, como en esa vanguardia de la escritura automática. Es una respuesta a la hipocresía de quienes dicen lo que les conviene, pero es insuficiente, porque muchas veces tenemos pensamientos malos, y si se los dice así como aparecen en la conciencia se puede hacer mal. La sinceridad precisa del análisis de los pensamientos propios y del direccionamiento apropiado de la expresión. Si no, quedaríamos hablando solos en cualquier parte, como le pasa a alguna gente que necesita ayuda.