Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

La concentración en lo sagrado

Marx predijo que el capitalismo se iba a concentrar en oligopolios, la tendencia a la concentración del capital, lo que se agudizó tanto como para llevar a que una parte mínima de los humanos detente la amplia mayoría del capital producido por la especie. Esto se replica en el orden político con la oligarquización del gobierno, favorecida por la constitución burguesa liberal, así como el sacerdocio también concentra la predilección de la supuesta gracia divina en pocos servidores de dios canonizados por el clero, cuestión que se abre y se cierra al resto de la sociedad según los vaivenes de la asunción humana referida a la verdad histórica y a su relación con la doctrina clerical, que en el gobierno se reitera de acuerdo al sufragio, sin traspasar el marco capitalista porque la ley mayor es liberal y sin hacerlo con el voto porque el contrato social liberal es confiante en materia política. La ley da cuenta del estado de la conciencia social de la especie, y aunque sea heterogénea y mudable contiene un marco de saber cuya doctrina ordena la práctica internacional, con la crisis y faltas habidas. El global es como un promedio, evolutivo y dominado por el monoteísmo cristiano, creador del liberalismo, seguido del ateísmo socialista y del teísmo alterno en tercer lugar, cuya economía es capitalista, por lo que su política también lo es, así como es algo fetichista en todos sus aspectos. El capitalismo es un subtipo del orden jerárquico urbano, sucesor del esclavismo y del feudalismo. En las sociedades migrantes se dió una jerarquización menor, la de los brujos, porque el nomadismo es de sociedades chicas y con poca apropiación, que al civilizarse aumentó a la potencia, que se descubriera en las matemáticas griegas y árabes y que ocurrió a la vez que la desigualación social en estamentos, la cual empezó a complejizarse en las ciudades y se extendió mucho desde la revolución industrial.

La concentración de capitales se da por medio de la acumulación salarial y de sus derivados, la bursátil y la debitaria, que coexisten con la del fraude gobernante, cuya parte legal son los subsidios y rescates, de fondos obtenidos con los impuestos, todo lo cual está cruzado por la especulación diosera, que es la fetichista y que se plasmara mucho en la ley, explícitamente en los regímenes monárquicos, ya que se creía que el rey lo era por encargo de dios, y en algunas de las repúblicas, aquéllas cuyas constituciones expresan fidelidad a los dioses, que en otras sucede por medio de la promoción de una moral crédica que definió a las buenas costumbres de acuerdo con los libros considerados sagrados.