Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 8 de junio de 2017

Breve análisis de la democracia cristiana argentina

La democracia cristiana argentina excede al peronismo, abarcando tanto a Propuesta Republicana como a la Unión Cívica Radical, además de al Partido Justicialista, el Frente Renovador y a otros partidos menores, y se caracteriza por obedecer a la constitución: todos estos partidos adoptaron a la democracia representativa como método del ejercicio de la soberanía nacional. Que el método sea más o menos falso es otro tema, que es importante pero que no les quita su carácter democrático sufragista. Dentro de estos cuatro partidos políticos hay sectores privatistas, que predominan más en el PRO pero que en los otros tienen espacios de dirigencia altos, porque el privatismo es hegemónico en el mundo. La UCR, el PJ y el FR tienen más integrantes populistas, pero deben someterse al privatismo, que lidera socialmente por la posesión de los medios productivos económicos y comunicativos mayores, por estabilizarse con la legalidad vigente y las fuerzas militares y por coexistir en una alianza conflictiva con la iglesia católica, cuya dirigencia suele ser privatista por inclinarse a la privacidad. En general, estos cuatro partidos democristianos ejercen una política más favorable al privatismo, porque son capitalistas, pero los más propensos al populismo intentan componer el favorecimiento al capital concentrado con la promoción de las empresas medianas y pequeñas y con los derechos proletarios compatibles con este esquema productivo. En términos morales y laboristas, que hacen a los derechos civiles y sociales, los sectores privatistas que hay en los cuatro tienden a ser conservadores, o degresivos, o malprogresantes, y albergan a algunos pocos elementos de carácter reaccionario, en tanto que los populares oscilan entre formas conservadoras y progresistas de mínimas a intensas, acotadas al constitucionalismo, las últimas de las cuales suceden más en las tendencias místicas o ateas del PJ, que son marginales pero importantes, y estos sectores tampoco están exentos de mala progresividad. La conflictividad social, entendiendo por ésta también a la que no se manifiesta en los términos usualmente reconocidos por el socialismo, los de las medidas de fuerza proletarias, como lo son las campañas informativas, las juntadas de firmas, los foros y así, tiende a inclinar al democristianismo a posiciones progresivas de leves a intermedias.

Asimismo, la democracia cristiana se completa con la extrapartidaria, que es tanto empresarial como movimientista. La primera abarca a las organizaciones patronales: la Sociedad Rural Argentina, la Unión Industrial Argentina, las Confederaciones Rurales Argentinas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, la Confederación General Económica de la República Argentina, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios y otras tantas. La segunda incluye a la Confederación General del Trabajo, a las dos entidades llamadas Central de Trabajadores Argentinos y a varias organizaciones menores, incluyendo a las estudiantiles, que suelen orbitar en torno de la UCR, el PJ y la CGT, pero en ellas el socialismo ateo tiene más presencia. Este recuento requiere ser completado, y no incluye a las asociaciones pertenecientes a la iglesia oficial.

En resumen, el catolicismo capitalista constitucional es el eje del bloque histórico argentino, con sus grietas, contracciones y transformaciones, y lo atravesó de distintas maneras desde la conformación del país, aunque la etapa previa a la del modelo agroexportador no fuera capitalista, pero sí preparatoria para ello, atravesamiento que ocurrió también en respuesta a la inserción internacional argentina, con los modelos socioeconómicos conocidos.

A este análisis habría que agregarle las instituciones católicas de índole eclesiástico, estatal y privado, y aún así le faltarían cosas, porque esta religión no es la única del país y porque todas se explayan también en la cotidianeidad. Igualmente, es general, por lo que no da cuenta de la participación de los ateos en las organizaciones de liderazgo histórico cristiano, más allá de la mencionada en el estudiantado.