Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 3 de junio de 2017

Del progreso social humano en el fideísmo

Hubo un progreso social humano. La cantidad de humanos vivientes y el tiempo de duración de la vida de nuestra especie dan cuenta de eso, aunque la calidad deje mucho qué desear, porque incluso en las malas circunstancias actuales las gran mayor parte de las personas opta por seguir viviendo. En las guerras modernas murió y fue torturada más gente que nunca antes, pero la población era mayor que antes también. Al sufrimiento pre y extracivilizatorio habría que compararlo con el civilizatorio, pero ¿cómo mediríamos al no civilizado? No lo podemos ir a investigar tanto, y el sufrimiento, por ser subjetivo, requiere de un abordaje cualitativo que se nos dificulta porque algunas de esas poblaciones ya murieron y otras hablan lenguas que ignoramos, y sus miembros no nos explicarían su pesar fácilmente, en caso de que accedieran a hacerlo. Aún así, el sufrimiento humano es humano, por lo que no hay tanta diferencia entre el civilizatorio y el que no lo es. Tanto uno como el otro están permeados por la creencia, por el establecimiento de mitos originarios que dan cuenta en falso del sentido de la existencia, por lo que inducen a la acometida de prácticas violatorias, al priorizarse las malas ideas por sobre los intereses buenos de las personas: a éstas se las somete a aquéllas, con la secuela del dolor; y no obstante esto, la humanidad, siendo fideísta, algo progresó, pero su progreso tiene fallas, transcurre fusionado con el seudoprogreso, causando una reacción antiprogresista que tiene razones particulares pero en el marco de una equivocación mayor, porque confunde al seudoprogreso con el progreso verdadero, al suceder ambos juntos y al ser considerados como un todo por el orden dominante. En tanto que el orden dominante sea fideísta, el progreso será ordenado en términos religiosos, por lo que sucederá fallido, y en términos veristas también tendría insuficiencias, pero que serían menores que las actuales. Mientras que prime el fideísmo por sobre el verismo, los gobiernos progresistas no podrán ser tan exitosos como se lo deseará desde la perspectiva hedonista, por lo que parecerán ser fraudulentos, y en cierto modo lo serán, pero en otro ayudarán a sobrevivir a muchas personas, lo que es placentero y no es poco. Además, la crítica al gobierno tiene que reconocer el orden social en el que está inserto y la calidad del proletariado, porque el gobierno es un actor social importante pero que debe responder a los demás.