Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 19 de septiembre de 2016

De la etimología y el lugar de la razón en la práctica social humana

De acuerdo a una investigación preliminar al diccionario etimológico, no pude comprobar que aquella se corresponda con el radio geométrico, porque “radio” no viene de “ratio”, que es el dativo de “razón”, sino de  “radius”, que quiere decir “rayo”, pero eso no importa, porque la razón es la facultad para comprender la realidad y practicar en ella, por lo que las personas, al razonar, tenemos que aprehender lo que está a nuestro alrededor, tanto sensorial como mentalmente, y generar una idea que se le adecúe, lo que entre otras cosas es para responder a los anhelos subyacentes a nuestros sentimientos. Por eso es que a los sentimientos y a los anhelos hay que educarlos, porque según sean pueden conducir a mala o buena conducta, que hace a la convivencia, y para eso la humanidad tiene que reconocer su congeneridad especista, porque si las personas no se saben primates ignoran su identidad de especie, lo que tiene que ser un factor determinante de la práctica, ya que la práctica humana hace a nuestra vivencia, a lo que vivimos, porque nuestra práctica le da forma a nuestro entorno, y también a nuestra subjetividad.

Las religiones, al falsear la comprensión de la historia humana, le hacen pensar a sus fieles que son seres debidos a distintos dioses, con los metarrelatos que tienen sobre la historia del universo y la humana, que hacen a una mala compresión, que ocasiona conductas agresivas no sólo entre los miembros de las diferentes religiones, y las otras ideologías, sino incluso hacia dentro de ellas, por todo ese conglomerado de reglas cuyo cumplimiento hace a la identidad social de las personas, porque los fieles la consideran según la conducta de cada quien se les sujete, pero incoherente y contradictoriamente, y además el orden social responde a las diferenciaciones socioeconómicas, y en menor medida a los órdenes que se les suceden al conceptivo y al propietario. El orden conceptivo y el orden propietario se articulan de hecho, llegando a coincidir, pero de mala manera, porque ambos están mal hechos, lo que apareja la corrupción tanto ideológica como propietaria. La corrupción ideológica es cuando la ideología expresada por las personas no concuerda con sus otras prácticas, en tanto que la propietaria es aquella en que el propietarismo, la hechura, tenencia, uso y descarte de las propiedades, es mal hecho, cuando es injusto. Las religiones, que tanto cuestionaron al socialismo por ser ideológico, también son ideológicas, porque su conceptividad mental es un conjunto de ideas, y aquello que profesan como normas para la práctica no es cumplido mucho por sus sacerdotes ni por sus fieles, porque las ideas sobre la realidad en que se basan a veces son incorrectas, muchas son mentiras, que hacen a un modo de vida miserable.