Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Del apoyo crítico al progresismo

En Argentina, y no sé en los otros países latinoamericanos que recientemente tuvieron o que tienen gobiernos progresistas, se vetó al apoyo crítico, se le restó importancia, como si quienes lo propulsamos hubiésemos sido unos desubicados que caprichosa, o infantilmente, nos denegábamos a desempeñar con lealtad lo que debía ser nuestra obligación, que era la de bregar para sostenerlos. Hay una cosa que me parece que todavía no queda clara y que es importante, y es que la crítica es la mejor manera de apoyar a los gobiernos democráticos, ya que es la que permite corregirles los errores y enmendarles las faltas, que fueron y serán muchas, porque es inevitable que el democratismo tenga muchas faltas, ya que la humanidad las tiene en gran cantidad, y eso no quita que la crítica también permita celebrarles los aciertos, ni que se equivoque. En realidad, el apoyo acrítico, o hipócrita, es un apoyo peor que el apoyo crítico, porque con ellos, los gobiernos democráticos, no reconocen sus males, y entonces no los corrigen, por lo que éstos persisten y se acumulan, cosa que a la larga los hace caer, o subsistir en crisis mayores a lo que sería si se hubieran corregido. Los trotskistas, cuando criticaron a los gobiernos progresistas, muchas veces tuvieron razón, pero también fue una razón insuficiente para la emancipación, porque esa razón suficiente no puede ser partidaria, o frentista, mucho menos individual, sino que tiene que ser social, porque para alcanzar el objetivo de máxima es la humanidad entera la que tiene que saber qué hacer, ya que, ahora, que no es así, los trotskistas pueden señalar todas las fallas que encuentren, pero el grueso del democratismo no les responde satisfactoriamente, porque no les entiende bien el planteo, ya que carece de la conciencia dada por el socialismo científico, porque no tiene ese nivel educativo, aparte de que a veces la crítica trotskista está mal hecha porque es hiriente, por lo cual, las personas, al oirla, la desdeñan, porque les hace sentir mal, y eso sin mencionar las maldades ya conocidas cometidas por el socialismo, de las que ahora tenemos que recuperarnos, ni las veces en que el planteo socialista, sea trotskista o no, se equivoca. Esto es una parte de la explicación del declive del progresismo latinoamericano, y es una parte menor, aunque sea importante, ya que más incidencia tuvo el sabotaje imperialista liberal ortodoxo, la irracionalidad derivada del pietismo, la violencia histórica y la crisis capitalista mundial.