Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 19 de septiembre de 2016

¿Por qué se pervirtieron los capitalistas? El capitalismo como patología social y un análisis de las clases capitalistas, con conclusión estratégica

Los capitalistas se pervirtieron por mala educación. El problema que señalo sobre las creencias, es que causan mala educación, que pervierte a las personas y las torna malas. El afán capitalista, de acumular propiedades, es una práctica que responde a malos intereses, por tener una comprensión equivocada de la vida, que lleva a que los sujetos, en vez que comportarse bien, lo hagan mal, en este caso al acumular propiedades, porque esa es una práctica sociópata, dado que causa una enfermedad social, un mal a la sociedad. La acumulación capitalista es una sociopatía derivada de pensamientos malos, que suceden a malas expresiones. Esas expresiones son las expresiones de ideas decadentes, cuya concreción apareja pena a la sociedad, porque como las ideas no reconocen bien a la sociedad, no la contemplan lo debido, y entonces le hacen mal, pero a su vez ese mal responde a los males recibidos, que le anteceden. Los capitalistas son malos también por haber sido maltratados, ya que los maltratos de las generaciones anteriores causaron un trauma a la sociedad humana que se volcó en la actual, y en ella a sus capitalistas. Reconocerles su victimización, o sea, el hecho de que fueran victimados por la violencia histórica, no los exime de crítica, es más, la crítica tiene que reconocer esa victimización, porque es parte de la historia humana. Así podría operar políticamente con una comprensión menos insuficiente del problema.

Entender lo que es la sociopatía, las patologías sociales, no en tanto que individuales, sino como hechos colectivos, permite comprender porqué las malas prácticas económicas son sociópatas, como lo es la operatoria de las sociedades fantasmas de los paraísos fiscales. Son prácticas lesivas para la sociedad. En términos jurídicos se las llamaría “de lesa sociedad”. Por ahora a algunas malas prácticas económicas no se las sanciona en la ley, porque es capitalista, permite a ese tipo de mala práctica, y la psiquiatría no considera que la acumulación capitalista sea una enfermedad individual ni social, porque ni las religiones ni su discursividad científica consideran que el capitalismo sea sociopático. El liberalismo, que es la filosofía originada en el cristianismo y adoptada por el capitalismo mundial, favorece a la acumulación de capital, así como los religiosos y psiquiatras liberales no admiten que el capitalismo sea ni una patología social ni una individual.

Habría que estudiar qué relación establecieron entre sí las religiones antes del liberalismo, pero era una en que las clases altas de las distintas naciones religiosas eran las que tenían más propiedades, por lo que las religiones, en la edad media, ya eran propensas a la acumulación de posesiones, porque la aceptaban en sus países de manera feudal, y antes esclavista, o con los modos que haya sido. Y de hecho las iglesias han sido de las entidades sociales que más propiedades poseyeron, y participan de la acumulación de capital, pero de distinta manera que las empresas. La clase capitalista no se compone sólo de empresarios, sino de todos aquellos dedicados a la acumulación de capital, como la nobleza, los gobernantes y los terratenientes actuales, y como la acumulación de capital es histórica, varía según los humanos capitalistas la hacen, y no siempre alcanza para definir al carácter de alguien como capitalista, ya que hay acumulación incipiente, que no es un rasgo estable del carácter humano. Es un capitalismo acotado, mayor al de la acumulación de capital salarial. El salario también es un capital que se acumula. Se lo cobra al inicio del mes y se empieza a gastarlo, pero al principio del mes la clase el asalariada tiene el sueldo completo, que le alcanzó a veces para ahorrar, y hasta para comprarse sus casas, autos, pagarse sus vacaciones, y demás, lo que no implica que sean capitalistas. Y las mismas diferenciaciones cuantitativas tendría que hacer el socialismo científico entre los empresarios y los demás capitalistas, porque no es lo mismo lo que acumula cada quien de los capitalistas y porque esas diferencias hacen a las que deben hacerse en la relación política que se establezca con ellos, que siempre deben propender a la socialización de la propiedad, pero de buena manera, ya que de mala forma no es aceptable para las personas bien intencionadas, muchas de las cuales son trabajadores, que a su vez dependen de los empresarios, que son los que les gestionan el pago de sus salarios y de sus aportes sanitarios y jubilatorios. Por eso es que el capitalismo debe ser superado: se le debe aceptar lo que tiene de aceptable su forma, para plantear su superación, ya que si la lucha predispone al quiebre del empresariado, los asalariados dependientes del funcionamiento de las empresas no la aceptarían, porque les arruinaría la vida a ellos mismos, lo que los llevaría a posturas políticas proempresariales, que serían tolerantes con el capitalismo porque muchos de los empresarios son capitalistas. La superación del modo empresarial de la propiedad privada, para contar con el apoyo de los trabajadores asalariados, tiene que permitirles vivir bien durante el proceso de transformación social, ya que si no fuera así les costaría más apoyarla, y lo mismo sucede con la clase asalariada estatal, que depende del gobierno de las entidades estatales para vivir, porque el gobierno es el que les paga los sueldos. En ambos casos, la aceptación de los males del sistema tiene que tender a su superación complementaria con los otros afectados por ellos, y en eso hay mucho por precisar, lo que se termina de hacer en concreto, pero el sistema no es sólo capitalista. El modo de acumulación no define a toda la práctica social. Es el idealismo histórico concreto el que define mentalmente a toda la práctica social humana, dentro del cual está la ideología capitalista, que es pietista liberal, o atea desarrollista. En ambos casos es idealista y capitalista, pero en uno es de un idealismo religioso, y en otro de un idealismo científico insuficiente, porque pretende superar al capitalismo con un producto bruto mayor que el de las potencias capitalistas pias, cosa que no puede llevar a la emancipación humana, porque ella requiere de que el trabajo sea reducido a lo necesario, entre tantos otros aspectos, como el de la democratización gubernamental, que el modelo de partidos comunistas únicos no la tiene. La ideología define a la práctica humana activa, pero a su vez es una práctica animal de carácter pasivo y proviene de la crítica de la práctica previa.

La relación con el empresariado debe ser la de la atención de una sociopatía y la del reconocimiento de su sufrimiento y de sus bondades.