Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Socialismo utópico y socialismo científico

Desde el socialismo científico se descalificó brutalmente al socialismo utópico. Se le acusó de no sé cuántas cosas. El socialismo científico es bastante rudo también. El socialismo científico está en deuda con el utópico, porque le debe la crítica justa, ya que algunos de los aciertos de aquél provienen de éste. La agresividad con que se tratan las distintas concepciones socialistas, y más aún las democráticas, y de últimas también las idealistas privadas, es un obstáculo para la emancipación humana, porque fragmenta a la lucha proletaria, y la hace muy violenta, en tanto que la violencia es una práctica mala sea de la concepción que sea. La violencia moderada es una solución provisoria para la conflictividad humana, pero seguirá siendo superable a la vez que persistirá, porque la práctica animal, y la humana lo es, no puede ser nada violenta. La verbalización de los sentimientos, para que también con ellos se decida qué hacer, es necesaria para el orden social y para la reducción de la violencia, pero su éxito requiere que las personas estén predispuestas para atenderse los quereres antes que pasar a la práctica activa, lo que se dificulta por los malos imperativos idealistas. El idealismo resume a los órdenes conceptivo y propietario, pero el idealismo no es malo en sí mismo, y para el socialismo es necesario que sea bueno, lo que requiere de que la gente sea verdadera. El utopismo provee los deseos del socialismo científico, pero también requiere de crítica, porque los deseos utópicos no siempre son buenos, y el socialismo científico tiene algunos objetivos mal planteados, como el de enriquecer a la humanidad con el reparto parejo de un producto bruto exagerado, mal hecho y sin emancipación mental. La riqueza no sólo es cuestión de tener las propiedades necesarias, sino también socialidad para su uso, certeza y otras cosas más. Y tener demasiadas propiedades también es un índice de pobreza, la pobreza superpropietaria, porque dificulta la vida. En relación a la pobreza propietaria, la hay por carencia y por exceso, y por su tenencia mala, que es la que no sirve para vivir bien. Las personas podrían tener la renta por cabeza que se estipulara nivelada, y aún así ser pobres, por carencia afectiva, por tener cosas insirvientes, que no sirven, por sometimiento productivo y así.

El idealismo también es práctico, porque pensar es una práctica y porque las prácticas derivadas del pensamiento son lo que son por causa de él entre otras. Aparte, contiene a la conceptividad y al propietarismo porque el uso de los conceptos y lo que se hace de las propiedades se ordenan con las ideas. El idealismo es el orden más alto para definir la práctica humana, es el conjunto de las ideas, que hace a las prácticas que se le derivan, y es material, porque las ideas son materiales, ya que son imágenes fantaseadas en la conciencia animal. Su materia es su brillo al interior de la psiquis, que a su vez depende de la materialidad extrafantasiosa, que es la del cuerpo y el ambiente. Cuando a la gente se la acusa de idealista, en realidad lo que se le quiere decir es que le está prestando atención a ideas perjudiciales, a las que no debiera atender. El materialismo cierto es el idealismo bueno, porque a las ideas se las construye en base a la investigación necesaria de la realidad, pero eso no le quita que sea reprochable, porque puede hacer mal también, a consecuencia de su insuficiencia. No obstante, a la humanidad le convendría adoptarlo.

En realidad, la distinción entre socialismo utópico y científico también es algo arbitraria, porque el primero contiene discernimiento, e ideas válidas, y porque el segundo tuvo sus hipocresías, por falta de razón. El socialismo verdadero requiere de un análisis de las distintas versiones del socialismo, y de las otras ideologías, que sintetice las cuestiones en una nueva relaboración suya. Sería el materialismo contemporáneo, comprensivo de las cuestiones criticadas luego de su fracaso posterior a 1917, con Cuba, China, Vietnam y demás y los socialdemócratas, y en eso con el fracaso de los intentos para conseguir gobiernos socialistas. Pero tendrá que obrar prudentemente, aunque la violencia histórica lo dificulte, porque los errores socialistas hacen mal y retrasan la liberación.