Marx dijo que el ser social humano determina su conciencia, pero al hacerlo cayó en la falsa dicotomía, porque la conciencia es parte del ser humano. La conciencia es un hecho biológico, se da en el sistema nervioso, es lo que sentimos de su actividad, por lo que depende de la alimentación, así como se forma en la existencia social: es tanto biológica como psicológica y sociológica. Entre la socialidad y la conciencia hay una relación de determinación recíproca en la que la materia más concreta antecedió a la abstracta.