Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 22 de octubre de 2018

La estrategia socialista guerrillera requiere de la autodestrucción del ejército opuesto

Dentro del socialismo hay posturas a favor de la toma del gobierno por la vía insurreccional, como sucedió en la URSS y en Cuba. En la revolución soviética, la vía guerrillera tuvo éxito porque el ejército zarista se hubo destruido en la primera guerra mundial. No sé en la cubana, pero aquélla experiencia demuestra que los partidos socialistas guerrilleros obtuvieron el gobierno a consecuencia de la derrota previa del ejército oficial, y por el hastío de la población ante la monarquía parlamentaria y la carestía bélica. La experiencia de la URSS permite criticar la estrategia guerrillera no sólo a nivel militar sino también en lo social, ya que el proletariado de las naciones soviéticas no exigió en masa al socialismo, apenas lo hicieron algunos asalariados industriales, los más influenciados por los militantes socialistas, cosa que incidió mucho en que no se concretara al socialismo en la URSS, lo que no es culpa exclusiva del estalinismo.

Entonces, en tanto que el ejército capitalista no se autodestruya en una guerra mundial, la estrategia guerrillera no puede ganar, pero si aquél se destruyera tampoco podría ganar bien, porque el socialismo requiere, para ser concretado, de ser una exigencia conciente de las masas. La guerrilla socialista, incluso si tomara el gobierno, tendría que operar una revolución desde arriba, una en la cual la base es considerada como una masa pasiva de maniobra, cosa que la haría fracasar. La revolución más activa precisa de una acción coordinada y conciente de la base social, por lo que cabe demandar un lapso de educación prosocialista de las masas como condición simultánea a la reforma socialista del orden legal. El constitucionalismo socialista debiera ser mantenido por el proletariado para no ser depuesto por la clase capitalista, por lo que depende de que el éste lo quiera sostener.