Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 14 de junio de 2019

El credo de Nietzsche y el de Heidegger confluyeron en el politeísmo mitraísta

Nietzsche por haber sido zoroastriano, adepto a una religión derivada de la creencia en Mitra, si bien extraño, y Heidegger porque nunca renegó en público de haber sido nazi, cuyo ideario incorporó a la esvástica, de origen mitraísta. El nacional-socialismo alemán, religiosamente, fue de mitraísmo extremo, en el seno de la Europa liberal, en la que luego surgió el fascismo y el franquismo, a la vez que la URSS se hizo estalinista, en lo que, además de cometer grandes genocidios, ayudó a derrotar a la ultraderecha y equiparó a las naciones soviéticas al desarrollo europeo, si bien con el modelo del capital público, centralizado en el gobierno federado, y con el imperialismo interno de Rusia sobre sus naciones periféricas, entre muchos otros asuntos, como el de su persecución interna, con miles de asesinados, detenidos, torturados y exiliados. El mitraísmo fue una creencia matricial indoirania originada cerca del segundo milenio a.C., que evolucionó en varias ramas, como el hinduismo y el zoroastrismo, el cual fuera adoptado por el imperio persa, coetáneo del primer judaísmo. El judaísmo y el zoroastrismo se iniciaron en simultáneo, cerca del 1700 a.C., uno en Judea y el otro en Irán. Entremedio de ellos estuvo el imperio Asirio, de religión assuriana, del 2600 a.C. al 200 d.C., de pasado semita. El zoroastrismo fue a lo que se refiriera Heidegger cuando escribió sobre la necesidad de remontarse en el pasado, antes del pretendido "olvido del ser" en Occidente, ya que Heidegger fue zoroastriano, de ese credo ario, rival al judío, semita en su momento, así como fue partidario del capital: la falta de crítica a la esclavitud antigua coincidió con la naturalización del liderazgo del capital y del salario, aunque le reprobara la deshumanización de la industria liberal, que sometió a las naciones indoarianas y desencantó al mundo de las fantasías medievales, para meterlo en una fantasmagoría que tampoco es buena. El nazismo operó un exterminio de religiosidad arcaica, con economía esclavista, de arios contra judíos, en un continente de mayoría liberal cristiana, en correspondencia con la crisis capitalista posterior a la primera gran guerra y el crack de 1929, precedida por la usura judía pero en la que ésta no jugara un rol tan importante: se le endilgó la responsabilidad por la pobreza y la acumulación capitalista, que son interculturales, aunque las retomara primero el empresariado europeo moderno enriquecido desde el renacimiento, el judío antes que el protestante y que después el católico, a medida que las congregaciones judeocristianas fueron permitiéndose la usura, quizás al principio más en el comercio que en la industria, desde la época de la explotación monárquica sobre los territorios de servidumbre tanto en Europa como en sus colonias africanas, americanas y asiáticas, este último de los cuales tuvo imperios mucho menos colonizadores. Esta clase triunfó con las revoluciones burguesas, a partir de lo cual pasó a ser la más ganadora, desplazando a la nobleza, que era la feudal, luego de que, con la modernidad, Europa superara al Asia islámico, que la subyugara durante la edad media, y al hinduista, el confucionista y demás. Además, la mitología a la que remitió Heidegger fue tanto oriental como anterior a la de la cultura greco-latina, la de la razón griega, de la que Nietzsche rescatara a Baco, el dios del vino, asociada por el cristianismo a lo vacío y la vagancia, así como a las vacaciones en esta etapa de auge del capital ficticio, posterior al llamado estado de bienestar, aproximable pero inalcanzable, debido a la falta de preparación social para el buen autogobierno, que depende de que se aclare bien, incluso socialmente, la cuestión teísta. El año de trabajo sería el apolíneo, en esa rotación falsa de laborismo teísta. El trabajo capitalista tiene eso de la mitología griega, y de la latina el calendario, en el que los días se llaman según los dioses romanos, a su vez relacionados con los planetas: la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol. La divinización agrícola se corresponde con el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo, tres modos jerárquicos de contratación de la mano de obra. Esto fuera Occidente opera parecido, con otras lógicas pero en el mismo marco tipológico, ya que se razona parecido por las formas dioseras, que tienen rasgos nucleares iguales, como la inclinación a la perfección absoluta. La agricultura implicó la tematización de las fuentes creadoras de la vida en relación al sol porque el sol es vital para el cultivo de las plantas, pero las explicaciones dadas no fueron del todo buenas. La claridad de la luz solar es semejante a algunas de las ideas que nos hacemos sobre lo abstracto, que lo asocian a lo puro, ya que éste es de un color nítido, así como al brillo y a lo leve, como liviana es la luz y enceguecedora la del sol.

Así como el judaísmo está en la raíz de la cultura Occidental, el mitraísmo le dio paso al hinduismo y al zoroastrismo, las dos ramas religiosas mayores de Asia: de la primera emana el budismo, y ambas tuvieron alguna relación con las prolongaciones de las creencias mongoles y siberianas antecesoras a las del poblamiento de América, que comenzara, o recomenzara, 11 mil años antes que aquéllas, en la época cúlmine de la expansión humana por África, Asia, Europa y Oceanía. Entre el mitraísmo y el islam, que es abrahámico como el judaísmo pero que se asienta en territorio árabe, se forma una gran parte de los credos de Oriente, así como hubo muchos en África y el Oceanía anterior a la conquista inglesa. Habría que ver qué relación tuvo el islamismo con las derivaciones del mazdeísmo persa, hoy presentes en Irán, y con los credos asirios, de la región en la que cobró vida el assurismo, cercana a La Meca, la zona de los semitas, de los primeros pastores nómades de la península arábiga. De hecho, es la región del conflicto árabe-israelí, concentrada en Jerusalén, entre musulmanes y judíos, de carácter intra-abrahámico pero de clivajes étnicos diferenciados, contemporáneo al que los musulmanes tienen con los hinduistas, con sus disputas crédicas internas y atravesadas por los intereses capitalistas, en los que la lucha de clases se expresa mucho como enfrentamiento entre partidos privatistas y populistas, los primeros más oligárquicos y los segundos más progresistas, algunos de los cuales son social-islámicos, como los Partidos Socialistas de Iraq y Siria, que tuvieron que amoldarse a las formas liberales y se degeneraron entre otras causas por la guerra, lo que redunda en que terminaran siendo formas extrañas de liberalismo socialdemócrata islámico, similares al socioliberalismo europeo, aún con sus grandes diferencias, que no operó la reforma constitucional necesaria para socializar las grandes empresas privadas porque para hacerlo tiene que haber la composición de cuerpos sociales que lo facilite, dependiente de la buena conciencia de las masas y de su concordancia organizativa, así como del contexto internacional, en que prima la barbarie. Al comunismo unipartidario esto le pasa distinto: tiene la constitución, de mando republicano y unipartidario, pero la socialización se le impide de facto, por el estado de competencia con el liberalismo, que lo fuerza a mantener operaciones militares permanentes, con el gasto de recursos que eso implica y la sobrecarga que le pone a las tareas de la reproducción social, también fracasadas por el basureo económico entre los bloques, que causa la quiebra constante del empresariado, sostenido en crisis y más subsistente que de pocos, o muchos, ahorros, e incluso éste último, aunque esté en la cima social, vive en desgracia, sin reconocerlo como para aceptar de buena gana su destitución, necesaria para la igualdad social.

En el holocausto nazi, de inspiración aria, ocurrió un exterminio entre clanes sociales macro, el de los indoarianos por sobre el semita, que fue presenciado por cristianos católicos y protestantes, así como por socialistas ateos. La llamada raza aria, que era de linaje indoariano germánico, masacró a la semita al asesinar a los judíos, pero además se cargó a otros abrahámicos, a comunistas, homosexuales, adúlteras y demás herejes a su prédica, asociada al fascismo y al franquismo, también versiones de la ultraderecha, no tan antisemitas pero sí anticomunistas y de catolicismo extremo, mezclado con reminiscencias al mitraísmo del imperio romano en el fascismo. Entonces, quizás quepa pensar al nazismo como un sincretismo mitraísta extremo, igual que el fascismo, que adoptó el culto a Roma, que fuera mitraísta durante el bajo imperio: un paganismo fanático, en una nación, liberal y capitalista que dejó de ser liberal durante ese lapso. En la península ibérica el mitraísmo llegó cuando Aureliano lo proclamó religión oficial del imperio romano, en el 274 d.C., siendo prohibido por Teodosio en el 391. El franquismo, como concepción sincrética, se habría compuesto tanto de elementos católicos nacionalistas como de otros, menores, de inspiración indoirania, presentes en la idea de que hubiera una conspiración judeo-masónica, que da cuenta del recelo ante el liberalismo, que era judeocristiano, ya que la masonería fue bastante de judeocristianos laicos, en su momento progresistas porque eran democráticos. De todo esto puede que la violencia extrema de la ultraderecha de entreguerras tuviera elementos de una respuesta poco conciente a la violencia que el imperialismo británico, de concepción judeocristiana, aplicara en la India, una vez que los liberales alemanes, ingleses, franceses y estadounidenses se pelearan entre sí por las penalidades de la primera guerra mundial, que sumieron a Alemania en la miseria, lo que explica que un partido mistraístico asumiera la presidencia en un país liberal, al que signó bajo la bandera de la esvástica al conformarse el Tercer Reich. Luego de terminada la segunda guerra la India se independizaría de Gran Bretaña y adoptaría el socialismo nacional hinduista, que es tanto de gobierno pluripartidario como de economía capitalista. Entonces, en la ultraderecha se sintetizaron versiones radicales de las religiones abrahámicas y zoroastrianas, de cuna originaria en Judea e Irán, ambas idolatrantes de un dios creador, al que suceden otros de menor rango: son politeísmos piramidales, en los que un dios predomina sobre el resto, antecedidos por la civilización egipcia, también de jerarquía piramidal, culminada en Ra, el dios del sol, con faraones, que fueron reyes endiosados, parecido a lo que pasó en Europa y Arabia con las monarquías absolutas. La raíz verbal afroasiática de "dios" parece diferir de la indoeuropea, pero ambas remiten al sol. Cabe decir que tanto los antecesores de los semitas como de los arios pasaron por Egipto al darse las migraciones de África a Eurasia, de lo que da cuenta el hecho de que las culturas afroasiáticas precedan a las indoeuropeas. Las primeras fueron datadas como existentes desde hace cerca de 13 mil 500 años y las segundas desde hace cerca de 6 mil.

Algo de la violencia de la ultraderecha puede que responda a la conversión forzada, efectuada por la inquisición en la edad media, en que se obligó a cristianizarse a los germanos, celtas, e ibéricos, lo que llevó a que ignoraran su origen ario por focalizar su lectura sobre todo en el relato bíblico, que remite a Judea desde la visión del Antiguo Testamento. Los libros sagrados, al ser tan grandes e importantes, requieren gran esfuerzo social de aprendizaje, y como tienen ideas inciertas demoran la comprensión de algunos temas, sobre todo porque son muy difíciles de cuestionar, ya que están protegidos por las leyes, o cuestiones semejantes, pero asimismo tienen valores necesarios, por lo que sus relatos merecen buen análisis, que además tiene que ser comunal, porque particular no basta para la revolución suficiente.


Lecturas

Martín Heidegger, ¿Qué significa pensar?, obra citada.

Federico Nietzsche, Así habló Zaratustra, sin datos.

Expresiones "esvástica", "mitraísmo", "zoroastrismo", "arios", "asiria", "Assur", "Ishtar", "Persia", "Nazismo", "Alemania nazi" y "Franquismo" en Wikipedia.


Nota

La relación entre el nacional-socialismo y el mitraísmo hindú está poco elaborada, por lo que a lo que escribí acá habrá que ponerlo en duda, e igual con el recuento histórico oriental, que es incipiente.