Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 9 de junio de 2019

¿Qué es el lugar?

El lugar viene de la quietud. Los lugares, son quedos, son terrenos firmes, o las edificaciones construidas en ellos, con los ambientes de las casas, e igual los de vehículos cerrados, en particular los grandes, como los portaviones, los cruceros turísticos, los trenes, camiones y algunos aviones. También son otros sitios, como la mente, la sede de la razón, que en los animales está en la cabeza. Los lugares son cosas inteligidas por la gente. Por eso hay parecido sonoro entre ellos y el logos, la facultad de ligar las cosas, lo que hacemos al pensar, que a su vez son próximos a la lengua, el lenguaje y el discurso. La capacidad de ligar cuestiones es necesaria para alojarse, lo que sucede en muchas especies vivas de distintos modos, ya que, si no todas, casi todas se alojan cuando no migran, lo que también requiere pensar bien. De hecho, las migraciones son planeadas, aunque los planes sean imperfectos y su puesta en práctica improvisada. Hay una falsa dicotomía entre el plan y la improvisación, a los que se debe componer bien para la propia coexistencia, lo que exige la concordia comunal suficiente, imposible por lo menos hasta el mediano plazo, que podrían ser tres siglos. Los de las migraciones son lugares de paso.

Si el logos está emparentado con la lengua, sólo los animales lenguados lo tenemos. Los demás pensarían de maneras parecidas, aunque sin lengua, según sus órganos comunicativos y el resto de su cuerpo, así como los vegetales lo harían de variadas distintas. ¿Tendrán las plantas sede para pensar, un órgano más dedicado al pensamiento? Eso puede que sea obvio para la botánica, pero no es algo que se sepa mucho. Hasta se las tiene a veces por vivientes sin sensibilidad, pocas veces con razón, ni es público si tienen un órgano pensante, como podría serlo la raíz, núcleo del eje principal de las plantas terrestres. El logos, en tanto que discurso, es evidentemente lingual, ya que proviene del habla, que se realiza con la boca, moviendo la lengua al emitirse las frases, junto al resto del cuerpo, pero a la vez es inteligente porque la comunicación humana tiene mucha vinculación con la comprensión social de la realidad necesaria para concordar las relaciones de supervivencia. El discurso es el decir, el conjunto de los dichos, como si se dijera "dichurso", que suena feo. Es relativo a la lengua incluso porque el silencioso también comparte con ella su forma, al ser el soliloquio una disquisición verbal que resuena en la mente como se escucha al hablar. El escrito se funda en el oral, pero no se agota en el habla y la escritura, ya que se da con las otras expresiones paralingüísticas. El decir es un lenguaje, por lo que la lengua es primordial en él, pero no se reduce a lo lingüístico porque la expresión corporal es más amplia, así como siempre ocurrió en lugares distintos.

En inglés el lugar se asocia a la lascivia porque la palabra "place" se asemeja a la de "placer" tanto como significa "yacer", cuestión contrariada por las malas razones y por la conducta que las obedece.