Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 15 de junio de 2019

El "proteísmo" como síntesis entre el ateísmo y el teísmo

 Al menos desde la agricultura, la creencia en los dioses se asoció con lo diurno y la fe con la luz, sin entender al sol como una estrella inerte, sino dándole características equivocadas, así como a la fe se le dieron significados diferentes a los de su comprensión materialista, la de los fotones y las ideas intuitivas. La preocupación por la relación entre la luz solar y las plantas se volvió indispensable por la necesidad de cultivarlas con éxito, por lo que el tema fue muy elaborado, pero la indagación sobre el sol es previa, ya que hasta los vegetales la hacen, ya que sienten su luz y su ausencia. Los animales también reconocen al día y a la noche, pero recién en la edad de fuego la humanidad los empezó a relatar con un lenguaje complejo, necesario para la elaboración de los mitos, explicaciones mágicas de las cosas, dadas mucho por brujas y brujos, que eran quienes más manejaban el fuego, sacerdotes primigenios, que orientaron al conocimiento científico en sus primeros pasos, a tientas y medio en falso. Entonces surgieron los mitos diableros, de índole nocturna, de cuando, al hacerse de noche, la humanidad se calentó e iluminó con las fogatas, una era muy larga, iniciada hace como 2 millones 500 mil años, si el manejo del fuego es anterior al trabajo con piedras, era en la que se mató a muchos animales, incluso algunos humanos, para comerlos y vestirse, sobre todo desde la invención de la lanza, y que persiste hasta hoy, casi siempre de recolección, caza y pesca, exceptuando, desde el principio, a los primeros asentamientos, en los que se empezó a labrar el suelo con piedras afiladas a lo tosco, luego perfeccionadas en la azada. El ateísmo se inspira en estos mitos, por lo que es inestable: oscila entre descreer de los dioses y adherir a cultos diabólicos, que son de teísmo negativo porque sus dioses son nocturnos. Incluso cuando descree de los dioses positivos funda sus aseveraciones en lo que le parece. Entonces, hace falta acertar el tema, entendiendo a los dioses como debe ser, en su sentido verdadero, sacado de la luz. Se puede hipotetizar el fonema afroasiático originario "dyá", similar a los de "Yah", "Jah", "Ra", "sha" y "día".

Cf. "dios" en el DECEL, ob cit.

19/1/2024: Pienso que la idea del proteísmo, como deificación benigna, no tiene mucho sentido, porque la idea de dios es diferente a la del sol y el día, aunque provenga de ellas. No obstante, tenemos soles y días, así que no es del todo cierto decir que no los tenemos. Si la idea de dios es un sustantivo abstracto de la del día, estaría mal llamarnos ateos, pero no se sabe si esta idea es ese sustantivo abstracto. Lo que es seguro es que no se sabe que dios exista tal como se lo cree, sino que se confía en que existe así.