Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 11 de enero de 2018

El método de escritura de Marx fue fragmentario

En tanto que fue socialista fue caótico. El socialismo tiene de caótico que reconoce que la realidad es incognoscible por completo, porque el materialismo, al haber intentado comprenderla, descubrió que a veces no lo pudo. El caos es eso, es el orden de la realidad que no es aprehendido ni por la humanidad ni por la demás especies vivas, por lo que se nos aparece como desordenado. Tiene un orden algo irregular. A la vez sucede que cada cual de sus miembros lo entiende algo y lo ignora otro tanto. Esto implica que hay que hacer una crítica del caos, porque las posturas partidarias del caos fallaron bastante y lo seguirán haciendo. La izquierda debe acertar, no debe fallar, por lo que cabe exigirle el buen caos, al que habría que definir, pero el acierto de la izquierda debe ser social. El objetivo socialista debe ser conseguido socialmente, por lo que requiere que la transformación sea social, y de sus sectores más vastos. Hay objetivos particulares, intermedios y generales, que además son tendencializables, lo que exige que la búsqueda consciente de su consecución sea, así como individual, también grupal y social.

Ahora casi todos los marxistas, al criticar a la posmodernidad, rechazan al fragmento. El marxismo procede mal al hacer así, porque El Capital, la gran obra de Marx más conocida hasta ahora, cumple con el canon universitario más excelente de manera falsa. Es un clásico, serio, con el tema definido, coherencia lógica, consustancialidad, pertinencia histórica, y así; pero en verdad El Capital es una obra que fue terminada por Engels. Marx escribió un montón de notas sueltas, con la letra ilegible, ideas reiteradas, sin título, verdaderos delirios científicos, que debían estar tiradas en su cuartucho y que quedaron abandonadas quien sabe dónde, y la gran mayor parte de las cuales todavía no fue editada. Los manuscritos están en un instituto marxista de Rusia. Engels tomó algunas de esas notas, en acuerdo con Marx, y las compiló en el libro que es El Capital, esto es, que este libro es un conjunto de retazos compuesto por Engels, y editado, impreso y distribuido por varias personas. Es el apartado económico de una filosofía superadora de la religiosidad que no fue completada en un cuerpo doctrinario bien acabado, el buen holismo verista. El holismo verista es una ciencia por construirse que será debatida por las próximas generaciones humanas, y que divaga subconsciente por las doctrinas actuales, que lo reprimen porque es igualitario y crítico al teísmo.

El canon clásico de la academia es una aspiración inalcanzable, por ser divino, además de que favorece a la desigualdad social, de lo que habría que estipular un nuevo canon, que debiera ser bueno lo debido para el buen hedonismo social humano, que requiere de buena responsabilidad laboral y medioambiental. Tal canon existe poco concientizado, y es orientativo para el desarrollo progresista, que transcurre falseado por el fideísmo, el pietismo y el capitalismo.