Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 4 de enero de 2018

Las fiestas navideñas son violadoras

En la lógica ritualística no importa el querer de las personas involucradas en los ritos, sino que prima la idea del ritual, a la que éstas deben someterse, a lo que los impulsores del credo imponen por la fuerza ante la pasividad de los indiferentes y por sobre la crítica de quienes se les oponen, que suele ser minoritaria. La navidad, el año nuevo cristiano y las fiestas de los así llamados reyes magos son sostenidos por las masas cristianas, y replicados incluso por ateos, aunque de manera diferente, distando esto de ser una solución agradable con poco disgusto. Al igual, o parecido, a lo que sucede en la opresión de clase socioestrática, las masas reproducen a la opresión religiosa, ignorando a las críticas o aceptándolas superficialmente. La emancipación de las masas debe ser promovida por el socialismo, pero depende fundamentalmente de sí mismas: sin su participación activa en la lucha no se las puede ayudar mucho a liberarse, y mientras tanto hay que analizarles su opresividad, dada por su carácter retardatario, su reaccionarismo, su conservadurismo, su mala moral, su mala politización, y así, que coexisten en conflicto con su progresividad. La relación del proletariado crédico con la emancipación social es errática porque su comprensión del universo, y con ésta la del sentido de la existencia, que orienta a la política, es algo falsa, y también porque padece temores a consecuencia de la represión armada que hubo sufrido, lo que hace desaconsejable la vía guerrera al socialismo.

Las celebraciones de fin del año cristiano son muy estresantes, con toda la serie de mandados que requieren, a fines del año laboral y antes de las vacaciones de verano en el hemisferio sur, por lo que demandan una serie de operaciones que, sobre todo en Oceanía y Sudamérica, suceden apretujadas entre las requeridas por el cierre del primero y el comienzo de las segundas, y parecido, aunque de otra manera, ocurre en el hemisferio norte, lo que redunda en que estas fiestas son situaciones críticas, bastante desagradables en algunas cosas, en que las personas se juntan bajo presión y tienen que mantener formalidades aparentadoras, comiendo y bebiendo de sobra, haciendo regalos inconsensuados y aguantándose las ganas de discutir los asuntos importantes, o haciéndolo bastante bajo juicios reprobatorios, dado el carácter reacio a la crítica del conservadurismo, e incluso del progresismo limitado, exacerbado por la religiosidad de estos eventos, o mismo porque sus participantes están predispuestos para cumplir con las acciones que se propusieron, en vez que a ocuparse de sus verdaderos problemas.

Los ritos son ludopáticos en que importa más el cumplimiento de las reglas que se les asignan que la calidad de la relación social entre sus participantes. Por eso se los soporta, sin que se los haya depuesto lo debido.