Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 22 de enero de 2018

Más notas sueltas

1. Los partidos políticos y el gobierno

En el republicanismo liberal, los partidos políticos pueden asumir los poderes de gobierno ejecutivo y legislativo, pero no el judicial, a no ser que reformaran la constitución en modo que lo disponga, por lo que la clase dominante, capitalista en la modernidad desde la Revolución Industrial, se ampara en la ley mayor, a la que obedece la dirigencia de las fuerzas armadas, que casi siempre manda a la tropa. En tanto que la exigencia proletaria del socialismo no sea ampliamente mayoritaria, los partidos socialistas no podrán transformar al orden constitucional, por lo que deberán desempeñar una política favorable al capitalismo cuando gobiernen. Deberán soportarlo y no podrán evitar reproducirlo, porque está facultado por el orden legal superior al del gobierno electo. El liberalismo socialdemócrata ateo fue eso, un seudosocialismo, el de gobiernos derrotados desde arriba por la clase capitalista, que los vencía con las leyes superiores al rango jurídico de la parte votada del gobierno. Al liberalismo heterodoxo religioso le sucede parecido, y con más atraso en los países islámicos, en los que la iglesia tiene mayor injerencia en el gobierno de los estados nacionales, mientras que las naciones crédicas pendulan buscando políticas que resuelvan sus problemas sin atender bien a la cuestión propietaria, sea la de los bienes fabricados o la de las ideas, con sus intermedios, que hacen a la fetichización de los estamentos sociales en puja. En la época del comunismo primitivo, esa era larga que abarcó más de 305 mil años, la de la humanidad pre-civilizada, hubo diferencias sociales, y peleas por el mando de los clanes, con los brujos y la deificación de los primeros jerarcas, lo que se estamentizó al hacerse el sedentarismo, porque al estatizarse las sociedades nómadas mediante la agricultura la erigencia de los templos fue conjunta al encastamiento de la clase privilegiada, que fuera la de los estudios universitarios, que a la vez que endiosada fue la detentadora del mando social, por ordenar al ejército de armas metálicas, de lo que se enriqueció mal. El auto-enaltecimiento de la clase dominante antigua fue a la par que su autoproclamación como divina y que al sometimiento de las naciones que no dominaban la metalurgia, por lo que sus milicias fueron devastadas. Esto implicó una mala apropiación concordante con el fetichismo social, la asignación de identidades téicas a las personas de acuerdo a su condición social, y a su práctica medida en relación al canon moral imperante, y la recreación del propio juicio en términos místicos. Se promovió que las personas se asignaran una identidad teísta de acuerdo a su lugar social, dejando a las deidades menores para la clase más sometida, que fue la más tratada de cornuda, es decir, de infiel. El fetichismo de la mercancía es contemporáneo al misticismo, y ya estaba en el comercio antiguo, cuando se le puso precio monetario a los bienes fabricados para la venta, lo que supuso la acuñación de la moneda. El culto a los gobernantes en las monedas estatales es análogo al que se le hace a los dioses, y se dio en economías fetichistas. Esto es claro en la moneda estadounidense, que representa tanto al dios de los protestantes como a algunos de los próceres de ese país.

2. La capitalesía es en parte pública y en parte privada. La de ganancia especulativa es la privada, y la de la vendedora es pública. Son modos distintos de capitalizar, que coexisten intersectados. La del proletariado menor es la salarial. El proletariado asalariado es inocente respecto a la capitalización dominante, pero no en lo que es la reproducción del fetichismo, con su secuela de barbarie. Tiene una responsabilidad menor en la generación de la maldad humana, que es muy importante porque la clase asalariada es mayoritaria.

3. Habría que investigar bien a los femicidas, muchos de los cuales padecieron traumas psíquicos mal predisponientes para su inserción social, algo que se replica en el resto de la criminalidad baja. Para cometer un homicidio intencional hay que estar mal de la cabeza, lo que sucede por la explotación, que les dañó sus cerebros a algunos de los peores delincuentes menores.


4. De la recepción de ondas electromagnéticas por el cuerpo viviente

La electricidad, al ser una corriente de electrones que entrechocan, causa una vibración en su entorno inmediato, que se replica en el aire y que llega hasta al ADN, porque traspasa al tejido viviente empujando a sus átomos. En general esto no tiene consecuencias graves, pero causó leucemia infantil y seguramente haya aportado a la generación de otros cánceres. La privatización la opera, porque ordenó la electrificación desde arriba, pero el pueblo la aceptó y la usa en gran cantidad. Las urbes están irradiadas de electromagnetismo, cuyas ondas llegan a los cuerpos humanos constantemente a lo largo de la vida, a la vez que otras formas de contaminación, lo que tiene una secuela de muchas enfermedades en general de leves a intermedias, lo que, visto a grandes rasgos, es un problema muy importante, no sólo por las graves sino también por estas últimas.

El electromagnetismo contribuye a la creación de tumores porque es uno de los factores que destruyen a la parte de la cadena de ADN que regula la reproducción celular, por lo que la célula se empieza a multiplicar sin concordancia con el cuerpo que le es externo, y al que mata al expandirse cuando no es detenida. La vida sana a la que pregona el cristianismo no puede obtenerse en sistemas crédicos, porque creer interrumpe al debate social necesario para ordenar bien a la práctica de la especie. Cuando las personas indagan en la realidad para pautar su hacer, hablan entre sí de lo que es, porque quieren entenderlo para saber cómo enfrentarlo. Entonces, al basarse en lo que les parece, falsean el debate, y por ende a la práctica más activa que se le sucede, de lo cual ésta, a mediano plazo, entra en crisis y decae. La lógica crédica es decadente por eso mismo. Piensa equivocada, enaltece y cae algo. Progresa fallando. Se corrige y prosigue, hasta que decae de nuevo, al no haberse asumido bien todo lo necesario para la mejor supervivencia de la especie, que depende de las otras, todas las cuales se asesinaron entre sí para deglutirse. A la humanidad la asesinaron muchas de las otras especies vivientes, así como se matara a sí misma, entre las cuales los virus y las bacterias, que no recibieron educación pía. En menor importancia, hubo el combate explotador entre vivientes, que no fue mortal, que aporta al biocidio de las especies naturales, que es bastante normal en la historia de la naturaleza. Incluso lo es la muerte planificada, a la que también ejecutaron las especies que no son humanas. Entonces, la negación a la planificación de la muerte no debe ser absoluta, pero sí la referida a la de humanos, al menos en general, no obstante lo cual se la cometerá. La humanidad mantendrá el hiato entre su hacer y su deber ser, porque este último no se condice bien a su esencia, al habérselo formulado crédicamente, antes que de manera clerical, por entenderse algo mal a la historia. La comprensión mítica afecta a la producción humana de forma ruinosa, al propulsar comportamientos mal razonados.


5. La fabricación de biodiesel es en gran medida vana

El biodiesel es un derivado del aceite vegetal, de soja en particular. Se la operó en Argentina y en Brasil, dentro de su inserción internacional, para financiar a los estados de estas naciones. Persistirá a pesar de la crisis de la explotación periférica por el proteccionismo trumpista y europeo, que no le compra tanto su producto. El entramado social de la producción sojera es supra-constitucional, de la ley internacional de rango constitucional alto, a la que adoptaron los órdenes legales nacionales, bajo los cuales están los gobiernos electos. Los gobiernos electos son instancias altas de mando social, pero se subordinan a la capitalesía, a la que a la vez componen de distintas formas, en una existencia crítica. El sector principal de la clase capitalista es el imperialista, al ser del capital superior, pero el que se le subordina no es igualitarista: asciende socialmente, por la tendencia divinizativa, que premia simbólicamente a los ganadores a la par que éstos se capitalizan. Al mismo tiempo, la capitalesía es mafiosa, y se golpea a sí misma y a sus enemigos, por la susceptibilidad internacional, lo que afecta a la lucha de clases estamentales, que busca reordenar a la práctica social humana en lo que hace a la propiedad fabril, y a las luchas de clases no estamentales en sí mismas. El eje de la lucha de clases estamentales no debe opacar a la lucha libertaria que no es directamente estamental: son cuestiones que deben estar bien compuestas, porque la lucha por la liberación social es una sola, y será perdedora hasta que sea bueno su clasismo estamentario, lo que depende de que la izquierda asuma bien su lugar social y el de las luchas que no son estamentales. Estos problemas persistirán mal resueltos por mucho tiempo, y quizás no sean bien resueltos nunca.

6. Dentro de la avanzada feminista está la del conservadurismo católico chileno contra Pablo Neruda, que lo acusó de abusar sexualmente de una sirvienta suya, siendo que él confesó públicamente ese abuso en uno de sus poemas. El feminismo crece con sus faltas. Lo que no dijeron las feministas que le reprocharon eso a Neruda es que muchas de ellas eran católicas, y por ende enemigas del comunismo porque éste es ateo, así como algunas de ellas puede que hayan pertenecido a la oligarquía chilena, adversaria del comunismo también en materia de la tenencia propietaria social. El sacerdocio conservador tiende a ser pro-capitalista y pro-elitista incluso en sus sectores bajos.

7. Los del siglo XX fueron malos totalitarismos. El totalitarismo en sí mismo es la tendencia a observar la totalidad, lo que no necesariamente desemboca en lo que fueron los regímenes seudo-totalitarios del siglo pasado.

8. Pote y potencia. Cuando la humanidad empezó a utilizar los potes, ganó poder, y por eso puede que la palabra del poder devenga del pote. Es una conjetura. La alfarería requirió del manejo del fuego, y por ende permitió la cocción hervida de los alimentos, lo que sirvió a la primera humanidad civil para matar a muchas de las bacterias contenidas en éstos, aumentando la expectativa y la calidad de la vida, y la cantidad de la población. Los migrantes lo hubieron hecho asando a las presas.




Nube nocturna