Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 7 de febrero de 2018

De la caída de la vanguardia jazzera por la falta de socialismo

Hasta los años 70 la vanguardia jazzera iba haciendo su progreso, acotado a lo sonoro, con una libertad mayor para experimentar en el toque, sin su acompañamiento dancístico, al que en los 80 se buscó mediante la música disco, lo que no pudo lograr la socialización del baile por la falta de concreción del proyecto socialista, que a partir de la crisis del petróleo de 1973 empezaría a degradarse, por lo que la innovación musical se degeneró en los géneros retro y el baile persistió en los interiores de los edificios mediante la reproducción grabada de las canciones. Es una etapa de impasse artística dependiente de la resolución de la crisis histórica humana. El arte de vanguardia requiere, para expandirse, de un orden social, y laboral en particular, que faculte a las personas comunes a involucrársele, su socialización, pero asimismo del esclarecimiento de la conciencia de los artistas, que se dieron bastante a las creencias alternativas en la globalización, el caso del esoterismo de Miles Davis, palmario en Agharta y en Live-Evil, o el de la incursión en el budismo de Herbie Hancock declamada en Future 2 future, porque el comunismo no les ofreció un proyecto mejor que el liberal. Además, la música afroestadounidense padeció la represión a los Panteras Negras, que fue conjunta a la introducción de la heroína, el crack, la cocaína y la marihuana en sus barrios, cuyo mal uso les trajo un deterioro social grave, confluyente con la crisis del estado de bienestar. En Argentina y Uruguay, las murgas superaron el problema de la separación entre bailarines e instrumentistas tocando en la calle y en las plazas, pero también están limitadas por la rutina laboral, que a su vez está fetichizada en una época santa y otra diablera, que es la de la eclosión del carnaval, entre otras cuestiones.