Aunque no sea religiosa, exigiría contenerse muy bien y en todo momento, por lo que no es una tarea fácil, y sería injusto demandársela a pocas personas mientras que el resto no la ejerce. No obstante, deberá ser así al menos hasta que se socializara el gobierno. Pretender que los gobernantes sean honestos es bastante risible, por el nivel de corrupción de la clase dominante, a la que aquéllos pertenecen mucho, pero igual es una exigencia sensata, a la que mantendrá la gente común.