Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 10 de febrero de 2017

De comprender al enemigo

En la nota titulada “Un campesino del Danubio” del Página 12 de hoy, Mario Goloboff le criticó a Tzvetan Todorov que dijera que había que comprender a los últimos dictadores argentinos porque en algo nos parecemos a ellos, lo que es un error, porque la necesidad de comprenderlos no debe fundarse en eso, que además tiene poco de cierto y habría que estudiar en qué nos parecemos, yo diría que en casi nada, aunque nos caben muchas críticas por la violencia política guerrillera, y también por la brutalidad de algunas de nuestras prácticas, sino en que la política debe basarse en el entendimiento de la realidad, para ser efectiva, o sea, para lograr sus metas, lo que tiene que ser hecho de buena manera: aquélla es uno de los requerimientos del socialismo científico. La exigencia de que la política progresista sea buena responde a un imperativo moral válido. La comprensión de la realidad permite que la política sea sensible, lo que es necesario para que no sea apabullante, y eso es legítimo porque es alcanzable, además de que es la única forma de que el progresismo no decaiga por perder apoyo social a consecuencia de su rudeza. El sostenimiento de la complementariedad democrática requiere que ésta sea legítima, para lo que tiene que estar bien ordenada.