Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 9 de febrero de 2017

Pietismo, liberalismo, austeridad e inclusión sumisa

Los planes de ajuste, que tanto enflaquecen y entristecen, y embroncan, a las naciones, claramente tienen una vinculación íntima con la ascética mortificante, pero aplicada a las sociedades, porque el liberalismo es de raigambre religiosa, tanto el ortodoxo como el heterodoxo, aunque este último no sea ajustador, porque es de una inclusividad subordinante, como el pietismo indulgente, que perdona las faltas sin el terror de los conservadores pero a condición de una sumisión al mandato pietista popular, que también explota porque el teismo le impide comprender bien a la realidad, y porque las características de su sacerdocio inducen a su politicidad a ser sacrificatoria: hacen a una ascética sufriente moderada, porque ésta recoge los reclamos populares, que naturalmente contrarían al sufrimiento, aunque no siempre. Cuando no hay esta sumisión, que tiene variantes críticas según la disponibilidad de cada quien, la religiosidad popular y su derivado político se tornan sigilosamente expulsivos, lo que vivimos algunos ateos y los demás que les desobedecieron.

Habría que estudiar la politicidad religiosa extraoccidental y su articulación con el liberalismo, a partir de la revolución industrial y de la era del imperialismo europeo que le prosiguiera, para saber cómo se dio este proceso, de ascetismo social, a nivel mundial. En eso habría que saber cómo fue la articulación intercivilizatoria antigua y medieval, con su religiosidad, su economía, su diplomacia y demás.