Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 22 de abril de 2019

Del mal sexo sacerdotal, el integrismo fiel y lo profano

La exposición de relaciones sexuales entre curas católicos y niños manifiesta que la castidad clerical es incumplible por no corresponderse bien con la naturaleza libidinal de nuestro instinto. En tanto que las iglesias no asuman bien este punto, tendrán la doctrina, los preceptos y la conducta equivocados, lo que incide en el resto de la sociedad, en que se repite de forma laica y con las contradicciones habidas. El orden sagrado es integral, es decir, totalitario, en el sentido de que pretende abarcar a la totalidad de la que trata y de que postula mandatos para todas las instancias de la propia vida. Existe en crisis porque la historia es violenta y por lo errado de su prédica. El orden profano, aunque exterior a los templos, recrea la fetichización clerical del mundo de manera alternativa, un orden alterno de tipo mistificatorio, también falso pero sometido. La fetichización ocurrió de abajo hacia arriba, desde los primeros mitos relatados por jefes de clanes, antecedidos por decisiones creedoras, pero desde entonces tuvo determinaciones secundarias, muy importantes por lo formal de su ámbito de desempeño. Lo ideológico mal elevado, al ser muy formal, suele ser sobredeterminante, de sentido descendente. Es de templos por habérselo creado en ellos, aunque también en otras instituciones que también fueran construcciones arquitectónicas superiores, como algunas de las universidades, de las escuelas secundarias y primarias, de los tribunales de justicia, de los estudios jurídicos y de las salas de prensa, complementarias de las habitaciones con radios, televisores y teléfonos, de los bares con diarios y tantas otras cosas. La decadencia de la ideología fideísta está en línea por un lado con la idea de que dios baja hacia la Tierra donde está lo humano, y por otro con la miseria existente. La gente superior que la profesa no podrá descender bien, esto es, hacer uno de los movimientos necesarios para la igualación social, mientras que el teísmo rija como tal, pero tampoco la respuesta atea es la correcta, por ser de creencia negativa. Cabe el buen agnosticismo comunista, que es materialista.

El totalitarismo no es necesariamente malo, y que sea bueno una exigencia de la crítica, pero para eso debe ser compuesto socialmente, para lo que cada quien debe tener buena razón, o sea que por ahora es inalcanzable. El buen totalitarismo, necesario para el buen orden conjunto, debe ser bien consensuado.

Lo profano, como lo opuesto a lo de los templos, es su antítesis, por lo que implica la existencia de su contraparte en vez que su supresión. Lo profano es lo laico, lo externo al clero, cuya base es trabajadora y cuya cima es empresaria, de la fracción minoritaria del empresariado, que es la capitalista, ya que la clase capitalista es una parte chica del total empresario, cuyo porcentaje habría que establecer.