La materia que nos compone a los seres vivos, al morirse, se degrada, pero entonces puede permanecer inerte por mucho tiempo, lo que no es dejar de ser, es una maldad positiva, y también rehacerse en otros seres vivientes, que es lo que pasó por como mil 900 millones de años hasta que nos fecundáramos, y que venía desde antes de que la Tierra girara alrededor del sol, capaz que desde antes del
big bang.