Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 12 de abril de 2020

¿Hay que desinfectar billetes, monedas y tarjetas? Instructivos, villas y zonas libres. Alcohol ingerido

Los infectólogos tendrían que aclarar sobre esa desinfección y los gobiernos, si hiciera falta, convocar a la población a que la haga. Bastaría con enjabonarles durante un minuto, enjuagarles y dejarles secar, pero no sé si los billetes se aguantarían muchos lavados. En ese caso, y si fuera preciso desinfectarlos, habría que montar un sistema de reposición de billetes gastados, a los que tendrían que centralizar los comerciantes, para canjeárselos a los bancos por unos nuevos.

Lo mismo vale para las tarjetas, pero es necesario que se sepa si el enjabonado les daña o no las cintas magnéticas.

Sería bueno que se haga un instructivo completo sobre la desinfección doméstica y otros para las empresas, medios de transporte y demás instituciones. Algo de esto ya está hecho, pero no fue socializado lo suficiente y puede requerir ajustes, quedando gente sin saber bien qué hacer para desinfectar como hace falta. También, en la economía de subsistencia, los empresarios y obreros deberán saber cómo actuar en las sedes y los medios de transporte, y tener el equipo necesario para prevenir los contagios graves.

En las villas hará falta la provisión estatal de cloro, lavandina, jabón y detergente, también con las instrucciones de uso especializadas. El alcohol puede estar pero es reemplazable, y sale más caro.

También habría que enseñarle qué hacer a quienes vivan con, o tengan que atender, a parientes o cercanos que se trataran la enfermedad en sus domicilios, los que no se internaran en hospitales.

A las zonas libres de contagio habría que protegerlas con brigadas sanitarias en sus ingresos y con restricciones suficientes para entrar y salir.

Otro tema del que habría que saber es si el alcohol ingerido mata al virus, aunque no se lo haga a todos los especímenes que hubiera dentro del cuerpo, sino tan sólo a algunos, porque, de ser así, se podría desinfectar la boca y la garganta, o mismo descomponer a aquellos viruses a los que las moléculas de alcohol tocaran en el torrente sanguíneo, lo que le facilitaría la tarea al sistema inmunitario.