Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 5 de abril de 2020

Hipótesis sobre el trabajo

Se dice que la palabra del trabajo proviene de un instrumento de tres palos que se llamaba tripalium en el latín de la roma antigua, que no fue sólo de tortura, sino que hubo otro para herrar a los caballos, parecido al yugo, con el que se ató a los bueyes para que cargaran las piedras y metales afilados para surcar el suelo. El tripalium no era para arar sino para herrar a los caballos, pero el armamento que se usó manejaba los mismos principios, el de combinar la madera y el hierro para sujetar y manejar animales grandes, fuesen humanos o no, cosa que no siempre se hizo mal: la sociedad romana, de la que, junto con las otras, somos consecuencia, se gestó con ello, como así sobrevive la nuestra, con la transformación que requiere, que depende de la voluntad y de la razón de todos sus miembros, no basta con el cambio de los de arriba. Cada capa de la sociedad tiene que hacer distintas modificaciones, y la de arriba responde en parte a la de abajo. La otra opción es que aquél vocablo sea una reformulación de lo que vendría a ser el "tareajo", el sustantivo abstracto de la tarea. Es una palabra que suena feo, difícil de pronunciar, a diferencia de la del trabajo. De ser así las otras dos no quedarían inválidas, ya que ambas son tareas, y tienen las cuestiones que se le critican al trabajo. La tarea tampoco está exenta de tortuosidad, así como la carpintería, algunos de cuyos accidentes tienen consecuencias irreparables, porque los huesos de las manos no resisten bien a los golpes de martillos, ni los dedos a los filos de metal, pero en cada oficio hay cosas así. Entonces, será necesario que cada trabajador pueda decidir bien cómo hacer su tarea, para lo cual tendría que tener una libertad que hoy no tiene, que es la de que se le considere bien su crítica, hasta ahora muy desestimada por la ley, que le presta más atención a ideas inciertas a las que se supone verdaderas, con las consecuencias que eso tiene extendidas por toda la sociedad. Superar los males de la sociedad actual demandará que cada quien tenga la razón verdadera suficiente, lo que no se podrá lograr con el sistema ideológico vigente.