Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 14 de octubre de 2016

Las veganas tiraron pilas como pocas personas en la historia humana

El reclamo del veganismo tiene su legitimidad, en el sentido de que exige que no se mate a otros animales para nuestra ingesta, pero es impracticable así dicho, por lo que se lo desobedece. No se puede vivir sin comer carne, por los nutrientes que tiene la carne, a los que no siempre se puede reemplazar ingiriendo otros alimentos. Así que algo de carne valdrá comer. El modo para responder satisfactoriamente al planteo que subyace al precepto vegano contra el asesinato de animales extrahumanos es el de ordenar nuestra producción, porque a los que tenemos que tratar bien es a todos los otros seres, no sólo a las otras especies animales, pero ese trato debe contener a la transformación de la materia en nuestro propio beneficio, lo que podría hacerse con el sistema del ecologismo radical, que contendría industria, agricultura, política y hasta finanzas le cabría tener, según fuere. El ecologismo radical debe ser socialista, y el socialismo ecologista, porque eso es necesario para el orden justo. Lo más difícil será hacérselo entender a los capitalistas, y al productivismo contaminador, que tampoco es que no debiera existir, porque la contaminación es ecológicamente asimilable, lo que pasa es que mientras tanto persiste el ambiente contaminado, y en gran cantidad. Hay un argumento que busca que la humanidad sane al planeta, que incita a acometer acciones reparadoras de él, pero el modo de sanar a la Tierra es dejar de contaminarla mal. El ecosistema se repara solo, es autorregulable. El problema es que la humanidad lo contamina mal, incesantemente y en gran cantidad desde la revolución industrial, y eso porque su idea de la realidad está mal hecha, lo que le hace practicar mal. Vivir bien sería mucho más fácil de lo que es hoy en día, porque se harían muchas menos propiedades, pero más otras cosas, como la socialidad. El capitalismo favorece la acometida de prácticas propietarizantes, en tanto que el socialismo debiera intentar reemplazar a algunas de ellas por la socialidad, así como debiérase reformular a las otras. Que es irracional es innegable, y también que lo es la religión, y el misticismo, si hasta el cientificismo fue irracional, pero el cientificismo puede ser verdadero, en tanto que los otros no. El ecologismo también requiere de que la humanidad esté bien concientizada. Con la poetización del trabajo socialmente dividido pasa lo mismo: la poetización, para realizarse plena, precisa del ordenamiento común de las tareas, no puede ser con la división social del trabajo vigente.  La poetización también requiere del socialismo, pero habría que definir qué socialismo sería ese.

El problema de las pilas no es sólo de las veganas, sino de toda la gente afectada por él, y mucha gente tiramos pilas, de las recargables y de las otras, y tiraremos más. Todo lo que se fabrica pasa a ser basura antes o después, pero algunas cosas no le hacen mal a nadie entonces, y a las otras habría que evaluarles el daño. Lo que es seguro es que la producción humana puede ser buena, en tanto que la actual no llega a serlo.

Otra cuestión es que algunas de las prácticas de reparación de los ecosistemas dañados son valederas, por lo cual está bien que se las efectúe, aunque tal vez haya que corregirlas algo, pero lo principal es que la humanidad cambie su sistema productivo por uno de tipo naturista, porque si no se seguirá contaminando demasiado.